Segundas oportunidades {Doukaza}

16

Narra Douma
La catana me golpeó en el cuello, pero logré contraatacar y golpear a mi atacante en el costado. Retrocedí y me curé regenere, mientras sacaba mis abanicos de batalla. Durante el intercambio de golpes, me di cuenta de que mi atacante era el chico de los aretes hanafuda Tanjiro.

Afortunadamente, Tanjiro era más lento y más débil que yo, lo que me daba una ventaja, aunque debo admitir que en ese momento sentí ganas de acabar con él y deshacerme de ese pequeño cazador de una vez por todas. 'No mates a nadie' la voz de Akaza resonó en mi cabeza, recordándome que no debía matar a nadie. Suspiré y apreté los dientes, porque cumplir con esa petición era mucho más difícil de lo que parecía.

Hiba a dar un orte en su estómago, pero Tanjiro bloqueó mi corte y me lanzó su técnica de respiración de agua, formando un círculo afilado con su espada. Rápidamente me agaché y salté para evitarlo, en ese momento, Tanjiro ya se estaba levantando y se dirigía hacia mí nuevamente. Fruncí el ceño y me preparé para lo que venía.

Arte demonica de sangre, Lotos de vid.
Del suelo surgieron largas enredaderas heladas que rodearon a Tanjiro, atrapando sus brazos y piernas y dejándolo inmovilizado. Aproveché la oportunidad para acercarme y quitarle su espada, clavándola en un árbol a unos metros de distancia.

"¡¿Qué le hiciste a Inosuke?!"

Usae mi 'máscara' para ocultar mis emociones y mantener una sonrisa. "¡Nunca le haría daño a Inosuke! De hecho, tuvimos una agradable charla antes de que me fuera, y lo dejé ileso" Me tapé la boca con uno de mis abanicos.

La nariz de Tanjiro comenzo a oler algo, como si estuviera tratando de descifrar si le estaba diciendo la verdad o no. Aunque obviamente no había nada que oler, finalmente pareció confundido y aliviado al darse cuenta de que estaba diciendo la verdad.

"Pero... pero tú eres la luna superior dos... No entiendo, me alegra que Inosuke esté bien, pero ¿por qué no intentaste matarlo?" preguntó confundido

"Inosuke y yo tenemos una historia juntos, así que nunca le haría daño. Además, tengo órdenes estrictas de no matar ni comer a ninguno de ustedes en este momento" Después de decir eso, me di la vuelta y me alejé corriendo, esquivando obstáculos en mi camino. Ahora dos cazadores saben que yo estaba aquí, tengo que encontrar a Akaza.

Justo después, chocé de cabeza con Akaza y lo tiré al suelo. En ese momento, vi una katana acercándose rápidamente hacia nosotros, así que agarré la empuñadura justo a tiempo, evitando que el cazador nos atacara que resultó ser un hashira un cazador de pelo blanco y tenía una expresión de enojo.

Mientras el hashira luchaba por liberar su espada de mi agarre, me dirigí al demonio debajo de mí, aún con la 'máscara' puesta, y le sonreí "¡Creo que nos han descubierto, Akaza-dono!"

De repente, la espada fue arrancada violentamente de mi mano y fue balanceada nuevamente, esta vez en posición horizontal. Rápidamente me puse de pie y lo esquivé con uno de mis abanicos.

"¡Ups! Akaza-dono y yo tenemos que irnos" dije mientras nos preparábamos para escapar

Él hashira grito "¿A dónde creen que van malditos demonios?"

En lugar de responder, aproveché el momento y lo sorprendí empujando su espada, haciendo un corte limpio pero no muy profundo en su pecho. La sangre empapó su ropa y comenzó a correr por delante de él, aunque estaba herido, el cazador trató de recuperar el equilibrio y me atacó nuevamente ¿Por qué aún teniendo esa herida sigue con vida?

Decidí usar mis enredaderas nuevamente para atar sus piernas y brazos, inmovilizándolo para evitar que empeorara su herida. La sangre del cazador goteaba sobre el suelo.