Capítulo 6 - Oficina

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Me desperté con los besos de la mujer con la que había dormido anoche, y definitivamente quería despertar así todos los días de mi vida.

- "Lis, despierta, ya casi es hora de irnos y no quiero llegar tarde" dijo mientras me tomaba de los hombros moviéndome suavemente y con besos en mis mejillas y en mi frente.

- "5 minutos más" le dije con voz adormilada y la jalé, así que cayó encima de mi y la abracé.

- "Bebé, vámonos, apenas me aceptaron en el colegio y no quiero que me despidan aún" me dijo mientras reía y recostaba su cabeza en mi pecho.

- "Yo tampoco, pero estoy cansada" dije e hice un puchero.

- "Anda, levántate y te lo compenso luego" me dijo con un tono sexy mientras se levantaba de la cama y continuaba arreglándose.

Brinqué del colchón y me arreglé el cabello. - "ya estoy lista, Jen, te estás tardando mucho" dije en un tono apurado y la castaña comenzó a reír fuertemente.

...

- "Lis, quieres que entremos juntas al colegio o te dejo aquí y solo caminas hasta la puerta? No quiero que te vayan a expulsar o algo, ya estás en tu último año y quiero que salgas bien." me preguntó cuando casi llegábamos al colegio.

- "Tampoco quiero causarte problemas, quiero seguir viéndote, entonces déjame aquí, no te preocupes" respondí mientras se estacionaba en la esquina de la cuadra y le daba un beso casto en los labios antes de salir de su coche.

Caminé hasta la entrada y ahí me esperaba Tae, estaba solo ya que Jisoo siempre, y de verdad SIEMPRE, llegaba tarde, así que lo saludé y nos adentramos  para esperar mientras llegaba Chichu.

Yo sabía que ella me preguntaría apenas entrara todo lo que había pasado la noche anterior así que tuve que empezar a planear como decirle todo sin ser tan explícita.

Realmente no quería contarle lo que hicimos porque me molestaría de que Jennie fue top y yo no, ya conozco a esa idiota que amo tanto.

...

- "¡TE DOMINÓ!" Jisoo no podía parar de reír y yo le pegaba y giraba los ojos. 'YA SABÍA QUE ESTO IBA A PASAR' me grité dentro de mi cabeza.

- "Ya cállate, no te vuelvo a contar nada, Kim Jisoo" le dije demostrando mi molestia y masajeando mi cabeza con mis dedos.

- "Ya, ya, Limario, pero de verdad que nunca lo creí así" me dijo mientras se limpiaba las lágrimas de lo mucho que había reído. 'Yo tampoco' fue lo único en lo que pude pensar.

...

Ya era la última hora de clase y nos tocaba anatomía, ¿y yo? la más emocionada.

Estaba esperando ansiosamente a que cambiara la hora en el reloj y vi al amor de mi vida entrar al salón de clases.

Mientras todos se levantaban a hacer la reverencia para los profesores, ella solo hizo la misma acción y cruzamos miradas, me sonrió y volvió a su semblante serio para poder comenzar la clase.

...

Ya nos teníamos que retirar del salón, así que fui a que la maestra me firmara el ejercicio y salí del salón ya que aún habían muchos alumnos dentro y pensé que sería sospechoso que aún ya acabado el ejercicio me quedara ahí, así que salí y esperé a que todos salieran.
Cuando vi que Jennie salió hacia su oficina la seguí sigilosamente.

Entré detrás de ella y apenas cerré la puerta, la volteé y la pegué hacía la pared, comencé a besarla hambrientamente, real extrañaba sus labios y su sabor.

El ambiente se hizo cada vez más caliente mientras aventábamos nuestras prendas por toda su oficina.

- "Quiero demostrarle qué tan clara me quedó la clase el día de ayer, señorita Jennie" le dije mientras la subía a su escritorio y tiraba al suelo todos los papeles que se encontraban en el.

- "Yo le diré entonces si le hacen falta más clases, señorita Manobal" me dijo mientras terminaba de quitarme la ropa y yo bajaba con besos húmedos a su cuello, igual que como ella lo hizo conmigo.

Ya le había quitado toda la ropa, y el cuerpo que tenía frente a mis ojos, definitivamente era creado por los mismísimos dioses.

- "¿Me vas a coger o vas a seguir mirándome, Lalisa?" interrumpió mi trance mientras giraba los ojos.

Me acerqué a su oído, besando su lóbulo y le susurré - "te voy a hacer completamente mía, Kim Jennie".

Bajé una de mis manos hacia su clítoris, mi otra mano estaba masajeando un pecho suyo mientras el otro se encontraba dentro de mi boca, estaba imitando los mismos movimientos que ella ayer hizo conmigo, y al parecer estaban funcionando ya que solo escuchaba sus gemidos y "joder", "sigue así", "Lisa", era lo único que podía escuchar mientras me perdía en el sabor de su cuerpo y lo delicioso que se sentía tenerlo así, solo para mi.

- "Hazlo" me dijo entre suspiros.

- "¿Hacer qué, Jennie?" le pregunté, molestándola.

- "Ya sabes" me susurró al oído e hizo que me mojara mucho más de lo que ya estaba.

- "No lo sé, Jennie, dímelo" quería que me lo dijera, quería que me dijera que le metiera los dedos y la lengua hasta que se viniera y no pudiera caminar.

Me jaló del cuello y me dijo con una voz ronca y baja - "hazme tuya, Lalisa". Y eso fue suficiente para que la cogiera sin pudor, y si, en su oficina.

Le metí dos dedos y los empecé a mover rápidamente de afuera para adentro, haciendo que Jennie gritara mi nombre y gimiera, parecía que no tenía miedo a que la escucharan.

Empecé con mis movimientos de "ven acá" para poder tocar el punto de Jennie, y así lo hice, empecé a mover tan rápido mis dedos que sentía que se me dormían, pero quería escuchar a Jennie gritar mi nombre mientras se venía.

Para darle más placer a la mujer que me robaba mis pensamientos, decidí bajar y jugar su clítoris con mi lengua, succionándolo y lamiéndolo.

- "¡Sí, Lisa!... ¡Sigue!... ¡Me voy a venir!...¡MÁS RÁPIDO!" dijo entre gemidos mientras sentía como comenzaba a temblar por su orgasmo creciente.

Empecé a mover más rápido mis dedos cuando sentí que enterró sus uñas a mis hombros y como su orgasmo hizo que temblara debajo de mi cuerpo, mojó mis manos, mi pecho y mi cara, era un elíxir poder saborear sus fluídos, seguí moviendo mis dedos para extender su placer y saqué mis dedos de su vagina, limpiándolos hasta dejarlos limpios, y con eso me abalancé sobre ella y la comencé a besar nuevamente.

'Nunca me cansaré de esto' pensé.

- "Lo hace bastante bien, Manobal, pero otras clases no le vendrían nada mal" dijo molestándome y yo sonreí y la besé de nuevo.

'Tomaré todas las clases que tenga que tomar para poder darte el placer que mereces' pensé entre nuestros besos.

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