HxH: Sistema Dios de elección

Capítulo 99:El Poder de la Emperatriz

"¿A dónde me llevas?".

preguntó Boa Hancock mientras salía de la habitación.

Allan se detuvo y la miró: "No es a donde quiero llevarte, pero a partir de hoy, me seguirás a donde quiera que vaya".

Al escuchar esto, Hancock frunció el ceño: "No vayas demasiado lejos. Nadie ha hecho que esta Emperatriz lo siga".

Allan dijo: "Entonces seré el primero y el único".

Hancock se mordió los dientes porque no estaba dispuesta a seguirlo, pero no puede controlar su cuerpo aunque quisiera.

Solo pudo rendirse amargamente y dejó de hacer preguntas.

Lo único que le daba consuelo era su mascota Salomé que aún la seguía.

Han pasado tres horas desde que Allan salió de la sala de examen.

Así que el examen ya debería haber terminado. Aún así, no descartó la posibilidad de un descanso entre cada ronda.

"Por cierto, mi nombre es Allan, y puedes llamarme directamente, no me importa. Además, con respecto a mi identidad, debes saber que me convertí en Cazador profesional hace tres horas".

Después de entrar en el ascensor, Allan se presentó brevemente a Hancock.

Pensó que al menos debería decirle la información más básica.

Hancock resopló: "¿Quién te crees que eres? Esta Emperatriz no está interesada en saber tu nombre".

La boca de Allan se elevó en una sonrisa: "Aunque dices eso, tienes mucha curiosidad, ¿No?".

"¡¿Qué?!".

Hancock se sorprendió cuando miró a Allan.

Allan parecía saber lo que estaba pensando y lo confirmó: "Tienes razón. No solo puedo controlar tu cuerpo, sino que también puedo leer tus pensamientos".

Allan no se jactaba mucho de esto, pero realmente podía leer sus pensamientos cuando se concentraba en la tarjeta de personaje.

En ese momento, Hancock pensó: 'Qué hombre tan aterrador, ¿Realmente puede leer mi mente? Si eso es cierto, ¿no seré su sirviente para siempre? ¿No puede resistir su control?'.

La boca de Allan se elevó ligeramente cuando dijo: "No tienes que resistirte a mí y no responder. De lo contrario, te castigaré en consecuencia".

Hancock apretó los dientes y no dijo nada.

El castigo de Allan le dio una gran vergüenza, nunca había sufrido tal vergüenza solo una vez antes, y no quería sufrir otra vez.

Al darse cuenta de esto, la orgullosa Emperatriz finalmente bajó la cabeza frente a Allan.

Cuando llegaron a la sala de examen, las peleas no terminaron ya que estaban tomando un descanso.

Los que aún no terminaron sus peleas fueron Hisoka, Hanzo, Killua, Bodoro y Pokkle.

Kurapika, Illumi y Chrollo ya ganaron sus primeros combates y obtuvieron su licencia de cazador.

Cuando entró, Allan atrajo la atención de casi todos en la sala. Como la primera persona en aprobar el examen y mostrar una fuerza absoluta, se ganó el respeto de casi todos.

Sin embargo, pronto notaron la belleza incomparable al lado de Allan y pudieron dejar de mirar.

Nunca antes en su vida vieron a una mujer tan hermosa. Su porte, su rostro, su cuerpo, todo parecía sacado de una novela de fantasía, y con la serpiente a su lado, la hacía parecer una noble.