Fingiendo Estabilidad. [Libro 2 > Saga Bernocchi]

capitulo 35

Mansión Smirnov.
Fecha desconocida.
5:56 am.

Siento algo abajo y me remuevo haciendo que la estocada me termine de despertar, Antonio me besa la cabeza y me quedo abrazada a el, su pecho está caliente y jadeo por sus estocadas.

Pensé que se iba a ir y al parecer se quedó.

-Buenos días. - Lo veo y me besa haciendo que por un momento mi mente viaja a hace cuatros años donde todo está bien, donde no dolía y sentía que vivía en un sueño que me despertaron a los golpes. - ¿Por qué lloras?

Bajo la cara y el toma mis caderas moviéndome de un lado a otro, en círculos y de arriba a bajo mientras yo me muerdo los labios jadeando. Todo me da vueltas y de un momento a otro el recuerdo me llega haciendo que me levante.

- Quiero vomitar. - Me levanta y corro hacia el baño.

No me sigue y me arrodillo botando todo lo que comí ayer, me toma el cabello y me encojo llorando recordando todo a detalle, la pequeña bola de sangre y..

- Calma. - el susurro está lejos y niego.

- Lo quiero. - Me ve con rareza. - Mariguana, cocaína... algo. - Sus ojos se oscurecen. - O vodka lo que sea pero no quiero que esté en mi mente.

- Isabella escucha. - Niego y le doy la espalda llorando con más fuerza.

- Tu no lo entiendes. - Me pega a su pecho y dejo caer la cabeza en su brazo. - Tu no, no viste a hombres masturbándose mientras me veían como un pedazo de carne, - Susurro recordándolo todo. - a ti no te manosearon, tampoco te metieron semen en la boca, muchos menos te violaron como si fueses una zorra que no vale nada. - Lloro con más fuerza. - No te mordió una maldita serpiente ni sentiste la impotencia de ver quienes han dado todo por ti morir como si fueran una basura... tampoco te sacaron un bebé a sangre fría, no se burlaron de ti ni te he...rraron, no te violaron personas de tu maldita sangre, no te clavaron en una cruz por los errores de los demás, muchos menos te ocultaron para evitar dañar la moral de los más respetados porque tú grito de ayuda solo era un acto de rebeldía, no te maltrataron personas que tenían que amarte y que pensaste que lo harían, jamás te has quedado toda una noche esperando a que tu padre te llevará con el un fin de semana y decepcionarte profundamente cuando nunca llego, tampoco guardaste la esperanza de que pasara y joderte más porque nunca paso, jamás te has quedado noches enteras sin dormir preguntando que está mal contigo, ¿Por qué lo demás son felices y tu no? ¿por qué ellos si y yo no?, no te han roto el corazón, no han jugado contigo, no te han puesto como una linda sin cabeza, no te han despreciado y tampoco te han humillado múltiples veces - Respiro hondo y siento que no he sacado nada. - ¿Tienes idea de lo que..- Me ahogo con el llanto y sus manos no me suelta.- ¿Tienes idea de lo que se siente? - Lo veo y baja su vista a mis ojos.

- No, no tengo idea. - Su seriedad me hace que me pegue a él como si con eso fuera a olvidar todo, me abraza como si fuera una bebé.

- Duele, duele mucho y nunca se va, esas heridas están ahí, me siento podrida por dentro con miles de gusanos, quiero cerrarlas y seguir adelante pero no puedo... No puedo, se abren más, mucho más.

No sé cuánto tiempo pasa pero cuando mis ojos se tratan de cerrar tocan la puerta.

- ¿Que? - escucho pasos y Antonio no se voltea y me acerco más para que no me suelte.

- Tuvimos que llevar a los menores Bernocchi al bunker ya que los tenían en la mirada, - Antonio y yo nos vemos al mismo tiempo. - una de las bombas fue explotada, ¿Cómo procedemos?

- Dame cinco minutos. - Niego y me pego más a él.

Las pisada se van y me toma mejor, se levanta y me sienta en la cama.