Carta de despedida.

Sipnosis.

A veces Dafne piensa en Thiago mientras consume su dosis de fármacos, dejó sin suministros los cajones de su mesa de noche. Se sentó a esperarlo, cómo esperan los que miran por la ventana a que vengas. Explotaba cada noche entre sus dedos con recuerdos de otras noches y otros dedos. Jamás pensó que un cuerpo se le grabaría tanto en su mente, en su vida.

Nadie está a salvo de una ruptura amorosa. Todos, en algún momento, estamos expuestos a sufrir por amor. Por supuesto, también a disfrutarlo y a vivirlo con intensidad en la que Dafne y Thiago lo vivieron, pero es en los momentos malos cuando necesitamos apoyo y orientación.

Dafne solo lo necesitaba a él, se sentía tan fuera de rumbo como estar muertos en vida. Él se llevo consigo el corazón de Dafne, sus pasiones, incluso sus sueños que eran el impulso de ella. Era lo único que la mantenía en este mundo, pero al darse cuenta que Thiago se llevó hasta su esencia quedó deambulante por la desgracia a la que llamamos vida.

¿Thiago? Thiago hacia de las suyas como siempre, como si solo importara el y no dejándose afectar por todo lo causado, el iba como si nada hubiera pasado, sonriente por la vida como si eso le satisficiera.

La vil satisfacción en la que dañó a esa pobre criatura desde que la conoció con solo tener 19 años la pobre.

2 años donde era lleno de amor y confusiones, daños psicológicos y sentimental, daño emocional, y un sin fin donde jamás lamentó por los 2 años de malos ratos que le hizo pasar a Dafne.

No la justifico como narradora, porque ella en medio de sed vengativa, se salió con la suya, pero de algo estaba tan segura Dafne, y era que jamás se arrepintió un tercio del mal rato que seguramente le hizo pasar a nuestro infante narcisista Thiago Cruz.

Dicen que el amor nunca ha sido fácil y es cierto, enamorarnos es parte fundamental de nuestro desarrollo humano y con éste llegan muchos aprendizajes. Conocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades desde un punto compartido con otra persona es algo que llega con el enamoramiento, durante este proceso tenemos vivencias positivas y negativas, desafortunadamente al tener un inicio tiene un fin y eso es lo más complicado de asimilar y aceptar.

Sin embargo tenemos una gran ventaja que nos permite no pausar nuestra vida y vivencias cuando ese amor se marcha de nuestro lado; iniciar un proceso terapéutico que nos permita adquirir herramientas y nuevos conocimientos es la mejor opción para así lograr recuperar nuestra estabilidad emocional a través de la correcta vivencia de un duelo por una pérdida o una partida.

¿Qué tan difícil será aceptar el proceso en que Dafne y Thiago no se vuelvan a encontrar para darse una oportunidad y funcione?