Treinta y dos ☘ ChanIn

⊱♡ 09

—Jefe, ¿es verdad lo que escuché de Jaehyun? —preguntó Soyeon a Jeongin—. Sobre que Chan se va de la agencia y terminará su pasantía en otra agencia.

Jeongin miraba a la joven alfa como si acabara de decir que le mundo terminaba en unos días.

Quería pensar que todo mejoraría con Chan al pasar los días, pero ya casi pasaba una semana desde que Chan le corrió de su departamento, el alfa no le dirigía siquiera una mirada y ahora Jeongin no podía dejar de mirarlo.

La culpa lo comía vivo, sentía horrible al notar que el hecho de que Chan quisiera irse de verdad demostraba que tanto gusta de él y Jeongin no le dio la seriedad adecuada a sus sentimientos, Chan estaba esforzándose en mantener distancia.

—No está confirmado, pero si llegara a pasar te aseguro que se los diré a todos —le dijo a Soyeon, la chica asintió y salió de la oficina.

A los pocos minutos de su salida, Chan tocó la puerta.

—Jefe, ¿tiene un momento? —preguntaba Chan. Jeongin asintió tratando de disimular una pequeña sonrisa, el joven entró a la oficina—. Está es la carta de recomendación de la que te hablé, la redacté de acuerdo a mis capacidades, y si no consideras hacer correcciones espero que la firmes hoy mismo.

Jeongin miró el papel que Chan le mostraba, el omega lo tomó en sus manos para leerlo, es una carta de recomendación bien redactada por lo que no había inconveniente, sacó su bolígrafo, y miró a Chan antes de firmar.

—No tienes que irte —dijo con la ilusión de que el alfa desista.

—Sí, hyung, sí tengo que irme.

Jeongin miró la carta de nuevo.

—No voy a firmar Chan.

—Gracias entonces —dijo extendiendo su carta de renuncia—. Buscaré trabajo sin tu recomendación, solo firma mi renuncia.

—Chan, ¿qué se supone que debo hacer? ¿Qué quieres de mí? —dijo como último recurso.

—Nada, tú querías distancia, solo estoy haciendo lo que me pides.

—Pero no quiero que te vayas, ¿no podemos ser amigos?

Chan desvió la mirada unos segundos.

—No podría ser amigo del omega al que deseo abrazar, besar y hacerlo dormir sobre mi pecho.

—Bien —aceptó tratando de tomar en serio al joven alfa—. Salgamos a cenar hoy, hablemos una vez más y te prometo que no juzgaré tus sentimientos con mis prejuicios. ¿Eso está bien para ti?

—No, hablaremos ahora —tal vez es mucho pedir, pero Chan no quiere que Jeongin se acobarde de nuevo—. En el almacén, te estaré esperando, tienes diez minutos, solo diez. Si no llegas firmarás mi carta de renuncia y mi recomendación —el alfa dio la vuelta y salió de la oficina, varios de sus compañeros habían salido a ver a sus clientes, por lo que los cubículos están algo vacíos nadie sospecharía nada. Caminó directo al almacén y miró su teléfono para ver la hora.

Jeongin miró la carta de renuncia por cinco minutos completos hasta que decidió salir de su oficina, miró los cubículos medio vacíos con algo de paranoia y siendo silencioso caminó al almacén.

Al entrar sintió alivio al ver a Chan dentro, cerró la puerta y recostó sobre esta.

—¿Qué quieres de mí, Chan?

—Dame una oportunidad, solo una, hyung, una donde los dos intentemos que esto funcione. Si no se puede, no volveré a molestarte, te daré toda la distancia que quieras y me quedaré en la agencia.