Treinta y dos ☘ ChanIn

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Rowoon hyung.

¿Podrías hacerme un favor?

Jeongin mira la pantalla de su móvil, la jornada laborar por fin terminó, no ha podido hablar con Chan, no es como si quisiera hablar con él en realidad, está aterrado de decir algo que el joven alfa pueda malinterpretar de nuevo y que las cosas queden peor.

Teclea un mensaje de afirmación para Rowoon, pasando su mano izquierda por su cabello, miró hacia el ventanal notando que los cubículos están casi vacíos, a excepción de dos o tres, y entre estos el joven alfa Bang.

Chan ha estado realmente muy centrado en su trabajo después de la conversación en el almacén, trató de mantener su mente en blanco para poder concentrase, desde luego que fue difícil al principio, pero una vez que logró relajarse mantuvo el ritmo sin distraerse ni por un segundo, lo que le permitió dejar su imaginación y creatividad fluir para terminar sus muchos proyectos pendientes.

Casi daban las siete cuando finalmente terminó el último diseño pendiente, guardó sus avances y sus cosas para irse a casa, necesita descansar y pensar detenidamente como solucionar sus problemas con Jeongin, pero tiene algo muy presente, si el omega sigue sin poder abrirse a una conversación de confianza lo mejor es que las cosas terminen antes de que se hagan un daño mayor.

Se levanta de su asiento, revisa que todo esté en orden y comienza a caminar con dirección a la puerta.

Jeongin lo ve levantarse listo para irse, tuvo la intensión de detenerlo, de pedirle conversar para poder explicar lo que pasaba, pero no lo hizo, se dijo que sería mejor dejar que las cosas se calmen un poco.

El joven alfa se fue, no pasó mucho para que Jeongin también tomara camino a casa, intercambiaba mensajes con Rowoon, este le pidió que de favor recoja a su cachorro ya que su sobrino lo llevó al veterinario, pero no podía quedarse hasta que terminara la revisión.

Guardó sus cosas y tomó un taxi, dio la dirección del hospital veterinario, y pasó todo el camino hasta el hospital con la mirada fija en la ventana, al llegar se dirigió a la recepcionista dando el nombre del cachorro, mostró su identificación para comprobar que en efecto es la persona que el dueño del can designó para pasar a buscarlo.

Se distrajo un poco caminando con el cachorro por el parque cerca del hospital.

—¿Cómo debería solucionar esto? —preguntaba como si el pequeño animal pudiera responder—. Chan es tan complicado, creí que ya había entendido que soy muy torpe con las palabras, lo entendió todo mal y. Ay, ¿Qué estoy diciendo? Chan es por mucho el mejor novio que he tenido, bueno no es como si hubiera tenido novio, pero Chan no tiene la culpa, soy yo que...

—Que no sabes cómo expresarte —interrumpió Rowoon, Jeongin lo miró y medio sonrió sin ánimo—. Tranquilo, ¿qué te parece si me cuentas que pasó con un café?

Jeongin asintió aliviado de poder conversar sobre el incidente con Chan, necesitaba explicarle a alguien que pudiera entenderlo.

Compraron dos vasos de café en un carrito de paso y se sentaron en una de las bancas del parque, Jeongin le contaba a Rowoon con detalle lo que había sucedido con Chan y como no encontraba la forma más adecuada de arreglar esto.

—Deberías hablarlo con él lo más pronto posible —comentaba Rowoon, de nuevo haciendo uso de sus tácticas para interferir en la relación de Jeongin. Desde su perspectiva, le parecía que lo mejor sería esperar a que las cosas se calmen y después conversar, ampliamente con el jovencito para arreglar el problema, pero desde luego que no le diría eso a Jeongin.

—¿Sí? —preguntó el omega con indecisión—. Tal vez tengas razón, yo nunca he sido el primero en hablar —trataba de convencerse a sí mismo de que el consejo de su hyung funcionaría.