Un Despertar y Un Amor Saiyajin (GokuxCaulifla)

[36] Habitación del Tiempo

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Habitación del Tiempo

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El Saiyajin cerraría la puerta, quedando solo con Caulifla en el interior de la Habitación del Tiempo.

Ésta se quedaría muy impresionada ante el gran tamaño de aquella extraña habitación, observando a su alrededor pero solo encontraba más de lo mismo, un blanco vacío infinito.

Caulifla: <Sorprendida>. ¿Acaso este lugar tiene algún límite?

Goku: No. Es infinito, así que procura no alejarte mucho de la zona porque podrías perderte, y sobretodo no destruyas la puerta porque nos quedaríamos aquí encerrados para siempre.

Caulifla: Entiendo...

Goku: Aquí la gravedad es diez veces mayor comparada con la de este planeta, exactamente la misma que hay en el Planeta Sadala y el aire es una cuarta parte de lo que hay en el exterior, las temperaturas descienden drásticamente durante la noche y aumentan en el día.

Caulifla: ¿Y en dónde dormiremos?

Goku: <Con una sonrisa ladina>. Sígueme...

El pelipalmera se da la vuelta y ésta lo sigue, caminando por un pasillo hasta llegar al primer cuarto, en el cual había una cama matrimonial y una mesita con una lámpara.

Goku: Aquí dormirás tú. Por mi parte, dormiré en la otra habitación.

Caulifla: <Entre risas>. Oh, no, no lo harás. Tú dormirás conmigo, ya que eres mi cama suave y cálida... ¿O ya lo olvidaste?

Goku: <Sonriendo>. Hmmm... Bueno, no me voy a negar a eso, solo quería picarte un poco.

La Saiyajin ruda se tumbaría en la cama, mirando el techo blanco del cuarto.

Caulifla: <Sonriendo>. Podría quedarme un buen rato aquí encerrada contigo.

El azabache se acuesta a su lado y comienza a besarla apasionadamente.

Goku: <Sonriendo>. Un año entero, tú y yo solos... Nada podría ser mejor.

Caulifla: <Murmurando>. Un año... <Mirando a Goku con una sonrisa>. Aprovecharé cada segundo estando aquí contigo.

Éste se coloca detrás de la chica y rodea su vientre con ambos brazos, aferrándola contra su pecho.

Ambos sueltan un suspiro de relajación y cierran los ojos, permaneciendo en completo silencio, sus corazones latían con mucha fuerza.

Sus rostros denotaban paz, una profunda calma al sentir sus cálidos cuerpos en contacto, irradiando total felicidad.

En ese momento, Caulifla solo estaba segura de una cosa, quería estar envuelta por los fuertes brazos del Son durante el resto de su vida.

Caulifla: <Sentándose de piernas cruzadas>. ¿Iniciaremos ya con el entrenamiento?

Goku: Quédate conmigo un poco más.

Éste la tomó de los hombros y la tiró a la cama junto con él.

Goku: <Mirándola con una sonrisa seductora>. ¿Además, no te gustaría que nuestros entrenamientos también tuvieran una buena dosis de placer?

Caulifla: <Sonriendo>. ¡Ja! ¡Por supuesto!

Así permanecieron por unos minutos más, ambos tirados en la cama estando abrazados, permaneciendo en completa calma y felicidad.

Caulifla: Bien, ya levantémonos, estoy lista para comenzar.

Goku: <Sonriendo>. Como tú gustes.