Gran Bretaña de la posguerra, 1919, tras la culminación de la primera guerra mundial, las secuelas del conflicto aun persistían en la sociedad, especialmente la pobreza, lo que daba un escenario perfecto para las bandas criminales de diferentes etni...
Obs.: Buenas, les traigo la segunfa parte de este 2x1 en cap., espero que lo disfruten.
PARTE 2/2
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Pov. Gayle
Las vidas se basan en creencias y decisiones, decidimos en base a nuestras creencias y creemos en lo que decidimos es la mejor opción para nosotros y para el resto del mundo. Mis creencias y las decisiones que tome en base a ellas me llevaron a donde estoy ahora, una patriota para algunos y una comunita bolchevique bocana para otros, aunque lo último me importaba en lo más mínimo, creía en mis ideales y peleaba por ellos, no muchos pueden ser libres para luchar por lo que creen y yo lo soy, no le temo a la supuesta justicia de este país, que beneficia a los supuestos lóres de cuello fino y condena a los trabajadores, los verdaderos héroes de esta tierra, lo que trabajan día y noche para construir este país a la par que son los proveedores de sus familias, si me llaman comunista por querer más igualdad, pues con gusto seré una anarquista, pero una anarquista que peleó por su patria y que sangro por ella en tierras francesas, tierras donde deje el corazón, el alma y amigos, así como muchos otros.
Regresar de una guerra te hace ver una nueva perspectiva, ya que acudimos con una falsa idea de heroísmo y regresamos para ver las miserias de los resultados de ella. Volver fue difícil, aceptar la nueva auto proclamada "paz" lo fue aún más y tratar de continuar con nuestra existencia fue aún peor, algunos no pudieron con ella y decidieron acabar con su miseria, otros solo exitismos buscando otra manera de llenar el vacío que nos dejó vender nuestra alma al diablo disfrazado por un eslogan nefasto: "Por Dios y el Rey", ¿que tipo de líder deja que su pueblo muera de inanición mientras su prole se hace cada vez más rica? jamás aceptaría a un lider asi, por eso lucho por mis ideales, para que un día, este mundo cambie y sea un poco más igualitario, aunque muchos no lo comprendan y lo tachen de impuro o criminal, es lo que soy y es lo que seré hasta el día que me muera.
Ser quien soy no es fácil, tengo demasiada mierda en mi cabeza y a pesar de ello tengo a una bueno mujer a mi lado, mujer que antes de ir a la guerra era solo una chiquilla y hermanita de mejor amiga, pero que al terminar floreció y se alzó cual cisne, uno muy coqueto, con temperamento y de mal hablar, con apariencia angelical, pero de sentimientos oscuros y osados como una princesita de Small Heath debería ser y era mía.
En mis planes no estaba darle mi corazón a una Zor-El, pero heme aquí esperando a mi chica, limpiando como pudiese mi pocilga para darle un decente recibimiento. Seguí con mis preparativos hasta que escuche los característicos toques de Imra, me arregle un poco y luego abrí la puerta.
— Hasta que abres...casi me descubren... ¿arreglaste tu casa? —entrando sin más como siempre lo hace para luego detenerse abruptamente y comenzar a observar todo el lugar con clara sorpresa en la voz—
— No quería que la princesita de Small Heath se sintiera asqueada y me vetara. —jugando un poco con ella para cerrar la puerta e ir junto con ella para tomarla entre mis brazos, quería tenerla ya, la he extrañado mucho, es la única que siempre me deja con ganas de otro encuentro y debo admitir que desde que estoy con ella no he estado con otra, lo cual no es normal en mi—
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