Buena noche a todos, espero hayan tenido una semana tranquila, después de nuestro último encuentro.
Alguna vez les prometí que les ayudaría a entender sus dones,y también dije que ustedes debían decidir qué es lo que harán con ello. Ahora puedo decir que la mitad de esa promesa fue una mentira, en realidad no tienen opción sobre qué hacer con sus dones. Era verdad que les ayudaría, pero las cosas no sucedieron como hubiera deseado, la única alternativa es avanzar y pelear, incluso cuando no puedan hacerlo. Allá afuera hay una guerra, y en medio de esta, hay cientos, quizás miles de personas que necesitan de esperanza. Están en la edad necesaria para salir al mundo y verlo por sí mismos, y el qué hacer con eso será su decisión, al menos la única que puedo darles. Vayan a la Quinta Avenida, entre las calles 22 y 23, en donde estaba el Edificio Flatiron, a las 04:30 am, ahí tendrán más instrucciones. Usen una tarjeta del Complejo para entrar, estoy seguro de que Robert-Kun aún tiene la suya, es una persona de hábitos.
No les he dado ningún motivo para que confíen en mí, probablemente ya he perdido el respeto que inspiraba en ustedes, y viviré arrepentido por ello, pero les prometo que pueden ir con total seguridad de que no habrá ninguna trampa.
Robert dio fin a su lectura en voz alta, por petición de Adler. Miró al grupo, todos estaban listos para salir.
—Creo que deberías quedarte, Akiko— Sugirió James—. Podría ser peligroso—.
—No, es mi deber ir con ustedes— Declaró con firmeza—. Yo fui a sus hogares, junto a Tsumi, para reclutarlos. Sería injusto que vayan solos—.
—Yo no confío en lo que dijo el viejo— Dijo Adler sin esperar que sus palabras les detuvieran—. Pero él sabe dónde están nuestros familiares, así que vámonos ya. De toda formas, es probable que puedas provocar un efecto en Tsumi, si él está ahí—.
Abrió la puerta del elevador e hizo un ademán para que entraran. Uno a uno fueron entrando.
—Estás más valiente que otros días— Señaló Elizabeth al pasar a su lado.
—No lo presiones Milady— Ronroneó Beverly con una sonrisa—. Si ayuda en algo, puedo decirles que Soshisha estará presente durante la llegada del tren de provisiones. Es como una tradición para él y sus socios. Si ven algo mal, váyanse de ahí— Instruyó mientras se colocaba con agresividad un gorro tejido sobre su alborotado cabello—. Maneja a una velocidad razonable, Robert, la policía y el ejercito se desplegarán en una hora para el traslado de las provisiones—.
Llegaron a la primer planta y se dividieron en los dos autos.
—Muchas gracias por tu hospitalidad, Beverly-San— Akiko hizo una reverencia—. Esperamos recompensarte en el futuro—.
—Fue un gusto. Me agradó tener más personas aquí, paso mucho tiempo sola cuando Robert se va— Le miró con falsa indignación.
—Por lo que pudimos oímos, se nota que se extrañaban— Señaló Adler, provocando que Pandora le golpeara el hombro.
—La envidia no es buena, Adler. En fin, buena suerte a todos. Tengo trabajo que hacer— Agitó ambas manos en despedida y subió a su Impala. Se asomó por la ventana—. Por cierto, Jim, perdón por lo de tu ojo—.
—Descuida, eso sanó hace días. Fuiste de mucha ayuda— Proyectó su campo de energía por unos segundos—. Maneja con cuidado—.
—Claro, nos vemos luego— Aceleró en reversa y se marchó.
—Nunca le pregunté dónde consiguió ese auto— Dijo Adler—. Trabajar en el Comité es muy provechoso—.
—No es para tanto, ese auto lo tiene desde hace mucho— Robert palmeó su hombro mientras se dirigía a su auto—. Beverly tiene un amplio historial laboral. Suban, me empieza a dar frío—.
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Knights of the Son
FantasíaAño 2019. La Guerra de los Tibios ha arrastrado a la humanidad lejos de la esperanza del futuro. Los gobiernos del mundo, absorbidos por las grandes corporaciones, han tomado el control de los jóvenes para que peleen las batallas que los más viejos...