Q U I N C E

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CAPITULO 15

El despertar 



El reino Min, el reino Choi, el Kim y el Lee. Los cuatro reinos aliados más antiguos.

Cada uno, experto en un área comercial distinta. Sus tierras fértiles aseguraban cultivos estables en el reino Kim y el Lee, mientras que la geografía aseguraba pesca fresca en el reino Choi. Rodeado de montañas y bosques frondosos, el reino Min era quien se encontraba en mayor desventaja natural. Los tratados y acuerdos se renovaban cada primavera, y era necesario el mejor negocio. Los Kim sabían que tenían todo asegurado.

Fácil fue para el rey entonces, pensar que romper algunos acuerdos con el reino Choi no iba a tener consecuencias. Seokjin recuerda la forma en la que los mercenarios intentaron matar a su padre y su hermano cuando el enojo era álgido entre sus atacantes. El reino Kim es bastante diplomático y evita los conflictos, la escolta está más destinada a la protección de la realeza que al campo de batalla real, así que, por días, Seokjin tuvo que montar guardia y entrenar de mejor forma a sus soldados.

El conflicto que debió de pasar, por unos granos de trigo, se volvió en una cacería molesta, a la que el rey Kim intentó resolver por una salida alterna.

A pesar de su falta de recursos naturales, los últimos años, el reino Min fue quien menos acuerdos comerciales ofertó en la reunión de primavera, y, sin embargo, fue quien tuvo un mayor crecimiento. Lo notaba en sus transportes y en lo poderoso que pronto se convirtió su ejército. Pronto, empezaron un fructífero negocio de espadas, y otro negocio mucho más redituable que las cosechas o la ganadería moderada.


—El rey Min —, le dijo alguna vez su padre en el pasado—. Tiene una extraña debilidad por los omegas.


En aquel momento, Seokjin no profundizó, y pronto su hermano menor llegó con la sugerencia que sellaría el trato en la mente de su padre.

Protección a cambio de granos.


Ahora, de pie frente a su padre, sin los hombres de Min Yoongi en la periferia de su ciudad, Seokjin se arrepiente no haber preguntado más en su momento, y evitar que su hermano menor cayera en manos de ese hombre.

Sobre todo cuando su padre sonríe.


—Toma una docena de omegas.


Seokjin no responde.


—Iremos a visitar a Taehyung.


—¿Padre?


Los ojos oscuros del rey lo miran de forma implacable.


—Es una orden, Seokjin. Quiero a esos omegas encadenados marchando al reino Min en 2 horas.


Y entonces, como el mejor de los hijos, Seokjin lo hizo.

Encadenó a su propia gente. Eligiendo omegas en el mercado local.

No les pudo ver a los ojos y ordenó a sus subordinados que terminaran la misión, pero antes de caer el sol, ya le esperaba su padre y el heredero del reino Kim, Taesung, listos en los caballos para partir.

Mi Alfa Bestia {YOONTAE}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora