alucinaciones

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12:05 a.m.

Una (...) se encontraba inquieta en su habitación, sin poder conciliar el sueño, estaba sumida profundamente en distintos pensamientos acerca de lo que había sucedido esa noche con ese comemierda, que a ser francos, ni sabía cuál era su nombre Gero? Gito? al carajo con como se llamaba o apellidaba.

En realidad todos sus pensamientos desembocaban en una sola cosa, lo atractivo que le resultaba aquel pelinegro, era totalmente el tipo de hombre, físicamente hablando, el cual deseaba en alguien,  nunca pensó que un tipo tan arrogante podría ser tan atractivo en personalidad y al mismo tiempo ser tan hegemónico.

Pero estaba claro que un hombre como ese extraño tendría a cualquier muchacha comiendo de las palmas de sus manos sin que este haga tanto esfuerzo, (...) negó rotundamente la idea de ser una más, estaba como quería pero el ego de la pelivioleta era más grande que cualquier deseo carnal o emocional, prohibiéndose a sí misma cualquier avance que la comprometa demasiado con el mayor, no le iba a dar el gusto.

- Mierda pero es mi tipo, tengo unas ganas de sentir su piel lo más cerca posible y sumirme en el hueco de su delicado cuello - hablo para sí misma.

Bueno, tenía permitido fantasear con posibles escenarios, solo para mantener su mente ocupada y evadir la realidad un rato.

Luego de largos minutos en un debate interno el sueño finalmente golpeo a la chica, dejándola en un profundo descanso reparador.

Semanas después.

Habían pasado exactamente tres semanas completas desde aquella curiosa noche donde ambos jóvenes interactuaron en la intimidad del coche, durante ese tiempo las miradas que el mayor dedicaba a la menor eran persistentes, mas no se acercaba a ella, no buscaba entablar conversación pero tampoco parecía muy desinteresado, es decir, mantenían contacto visual por muchos segundos a lo largo de un día en el campus, la joven giraba en dirección al pelinegro y este de alguna u otra manera ya se encontraba mirándola.

Acciones que hacían maquinar a (...) de una manera espantosa, la buscaba con la mirada en cualquier espacio común, como si tuvieran algo pendiente, donde el reclamaba algo, que la pelivioleta no entendía bien que era aquello.

Una pelinaranja alegre se acerca a pasos apresurados a la pálida muchacha que se encontraba pensativa en una mesa del gran comedor.

- nobara: amor, como estas. - incorporándose a aquella mesa, se colocaba frente a la pelivioleta.

Volvió a hablar agregando, - En realidad desde hace semanas te noto demasiado pensativa, como esperando algo, andas rarita cariño. - Vocalizó aquella última palabra.

- (...): um, hola love, emm, nada en realidad no pienso en mucho, solo ando un poco cansada por los exámenes finales, pero creo que pronto se me pasa - Se obligó a dibujar una sonrisita en el rostro. 

- nobara: fingiré demencia y tomare esa como una respuesta sincera, aunque se que no es una respuesta del todo sincera. 

Continuó, - Así que no te preocupes tanto, ya estamos a dos finales de poder sumergirnos en los brazos del alcohol más barato que exista. - Finalizó con una sonrisa divertida.

- (...): lo único que espero después de terminar de rendir es quedar hecha mierda en algún bar de mala muerte. 

Acoplándose a aquello ultimo que menciono la joven, un pelirrosa se carcajeo.

- itadori: como hada madrina vengo a cumplirte el deseo, tenemos fiesta este viernes.

- nobara: no importa de quién o dónde sea esa fiesta, estaremos ahí. - abrazo a su amiga.

- (...): me da igual, solo quiero embriagarme a gusto. - terminó de decir para fijarse en que ya era hora de su ultima clase del día.

- (...): lamento retirar mi hermosa presencia de sus vidas en este momento pero tengo clases, los veo en casa. - comento dando pasos apresurados de camino al auditorio. 

Después de las dos horas de clase, se dispuso a juntar sus pertenencias y poner ambas correas de su mochila para salir del edificio con dirección a su trabajo.  

Bajo la atenta mirada de un albino, se movilizaba lentamente aquella chica, desenredando torpemente sus auriculares, sin prestar atención a su camino, topándose finalmente con algo firme. 

Alzando la mirada, se encuentra con aquel muchacho de pelos alborotados y gafas oscuras, Satoru?

- (...): lo siento tanto, no fue mi intenci- fue interrumpida por una ligera risa proveniente de aquel joven. 

- satoru: mira que eres distraída eh, no te preocupes, sé que no fue tu intención. - se recostó por un pequeño barandal. - continuó, - asi que es verdad que estudias en la misma facultad que Geto.

Geto, Geto, Geto, retumbaron aquellas cuatro letras en la mente de la muchacha, sabía que hablaba del pelinegro.

-(...): um, lo siento, ¿quién? - preguntaste de adrede.  

Creo que se refiere a mí.- expulsó una risa nasal al terminar de hablar, a espaldas de la menor se acercaba suguru, con un creciente sonrojo ella voltea y lo mira duramente.

- (...): así que te llamas Geto, que curioso no lo sabía - sonrió luego de responder altanera.

- suguru: en realidad mocosa, Geto es mi apellido, creo que mi familia es bastante renombrada en la ciudad, es algo básico de saber. - Finalizó enarcando ligeramente una de sus cejas con aires de superioridad. 

Comemierda, se veía tan caliente.

- (...): en realidad ni sabía de tu existencia antes, y tampoco me interesa retener información que no me compete. - Oh, claro que sabía que la familia del pelinegro era una de las más adineradas de la ciudad, contando con varios negocios en la industria farmacéutica,  allí hiló todo, estaba estudiando aquello capaz para heredar los negocios familiares, maldito suertudo. 

- (...): en fin, me retiro, una disculpa Satoru. - alejándose de los dos hombres siguió desenredando sus auriculares hasta que el albino escupio un par de palabras mas que captaron la atencion de (...).

- satoru: espero verte este viernes, dije a itadori que estaban todos invitados y más que bienvenidos. - sacudiendo uno de sus brazos se despedía de la menor. 

- (...): claro Satoru, muchas gracias. - le regaló una ultima sonrisa amable al albino. 

22:35 p.m.

Se dirigía tranquilamente a su residencia luego de otro día agotador, pero al menos fue día de cobro.

Jueves por la noche, recogió unas hamburguesas de camino para compartir con sus mejores amigos.

— Estoy en casaa! - gritó, dando un portazo con ayuda del pie.

— itadori: mi diosa por fin llegas. NOBAAARAAAAAAAAA (...) llegó con la cena - gritó eufórico. - carajo amor, moría de hambre.

— nobara: loveee, llegaste, te estabamos esperando.

— (...): estoy cansada, qué estaban haciendo. - preguntó interesada mientras lavaba sus manos.

— nobara: yo acababa de ordenar el piso, cambié tus sábanas niña.

— itadori: yo andaba planchando un poco de ropa, te dejé las tuyas acomodadas en el placard.

— (...): en verdad no sé qué haría sin ustedes, agregó. - uniéndose a la cena.




nota:
en el siguiente capítulo se viene mi primer smut, AAAA espero estén disfrutando de esto :]

hasta que demuestre lo contrario - [ geto suguru x tn ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora