CAPITULO 1

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-¡ANA! Como tardes mas de tres segundos en levantar tu lindo culo de la cama voy a llamar al propio satanás para que se te lleve con el al maldito infierno.- Me levanté rápidamente de mi amada cama y vi como mi buena amiga Kath venia corriendo hasta mi y me hacia caer al suelo.

-¿Sabes una cosa Kath? Preferiría a Satanás ahora mismo.- Dije intentando quitarme a la morena de encima.

-¡Venga ya Ana! ¿Sabes a caso que hora es?- Levanté la cabeza y vi mi reloj azul con forma de tabla de Surf.

-Las 9:30 Kath, que pasa ¿Ahora ni si quiera las horas?.

- Mira rubia, teníamos que haber salido de casa a las 8 y estamos aun aquí y tu sin arreglarte, no va a haber ni una maldita ola cuando lleguemos.

Ya un poco mas despejada me levante y fui hasta la ducha y como no tenia a la pesada detrás, así heche a correr para que no entrara y me dejara por lo menos ducharme tranquila, nada mas cerrar la puerta y alejarme un paso empece a oír golpes en esta.

Que le habré hecho yo al mundo para merecer a esta loca en mi casa.

-¡ Ana te doy cinco minutos para que bajes a la cocina ya vestida, duchada, arreglada y sin tu cara de zombie al que no le dan bien por las noches!- Y empece a oír como las sandalias de mi amiga iban descendiendo por las escaleras.

- Vas tu buena si piensas que en cinco minutos me preparo culo abuela.

- ¡TE HE OIDO PERRA!- Gritó Kath desde la planta baja mientras mis carcajadas resonaban por todo el baño.

Y en verdad que haría yo sin esta atontada que vive conmigo, sin sus estupideces, sin sus gritos de una punta de la casa a la otra, sin sus lloros cuando no le salen las cosas, sin la morena de ojos verdes que me alegra cada mañana.

-¡ANA TE HE DICHO CINCO MINUTOS NO QUINCE!- Ups.


A Finales del PrincipioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora