Parte única

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Hay una esfera metálica con una hélice en marcha observándome desde la ventana. Debería usarla como diana, hace tiempo que no practico con mi revólver. Fallaría el tiro y la esfera se reiría de mí.

¿Qué quiere, que me acerque y la intente cazar como una gata que no quiere salir de su casa? ¿O prefiere observarme estudiar? Eso sería extremadamente aburrido. Puedo no moverme en horas.

Abro la ventana. La esfera se aparta un poco para que vea la ciudad imperial. Es un día soleado, caluroso y aburrido. No echo de menos la guerra, pero sí la organización que requería. Me distraía.

La esfera se impacienta y empieza a dar tumbos.

—¿Qué quieres, Kat?

Disfruto molestando a mi antigua enemiga, aunque suele ser a la inversa.

Kat, del desaparecido Black Hole, decidió que le daba pereza mudarse a cualquier otra nación que no fuera la mía. Eso causó cierto revuelo internacional, por sus crímenes de guerra, pero resultó ser la mejor opción para todos.

Especialmente para nosotras dos.

—Sonja, ¿estás despierta?

—Sí, padre —contesto con buena voz.

—¡Es ese cacharro otra vez!

—¿Lo ves? —le replico a la esfera—. Has hecho saltar las alarmas del palacio otra vez. Tienes que mejorar tu camuflaje. De nuevo.

El retintín con el que termino mi crítica hace zumbar la esfera con un poco más de fuerza. ¿A que duele?

—No puedo hacer nada al respecto, nuestras defensas están calculadas al milímetro —respondo a mi padre mientras me acerco a la puerta. Al abrir, mi padre Kanbei intenta buscar al intruso con la mirada—. No se ha movido.

—Ya.

—En fin, voy a ver qué tal está. —«Tan aburrida como yo, seguro».

Se impone vestido veraniego. Le cierro la puerta a mi padre y la ventana a la esfera después de darle una señal positiva para cambiarme de ropa.

—¿Saldrás por los pasillos esta vez? —me pide mi padre.

—No tengo que esconderme de nada. Tengo derecho a salir por la puerta principal, ¿no?

—Lo sé, cariño mío, pero ya sabes que la familia real...

—¡No me vuelvas a hablar como si tuviera treinta años, por favor! ¡Que tengo dieciocho! No. Voy. A. Tener. Hijos.

Salgo zumbando y ni siquiera veo la sombra amarilla de la túnica de mi padre.

Durante una larga época de intrigas palaciegas, mis antepasados construyeron una red de túneles secreta para escabullirse de los guardias y encontrarse con sus amantes. Hace un tiempo hasta descubrimos habitaciones secretas abandonadas. Soy incapaz de recordar a mi bisabuelo como a un señor amable y pacífico después de encontrar su picadero.

Así que salgo vestida de paisana por la enorme puerta principal de palacio y cruzo los jardines hasta la calle. Que se me vea. Los soldados se ponen firmes y algunos ciudadanos me saludan educadamente, pero se contienen. «¿Lo ves, papá? Ya no hay gente desmayándose por ver la princesa del Yellow Comet caminando por la calle».

Ah, no, ahora ya no se llama así. Nuestro país ha pasado a llamarse Gold Comet porque aparentemente «estamos entrando en una era de paz y prosperidad». Y de gasto de los contribuyentes en cambiar el nombre de todas partes.

Es increíble. Kat está literalmente sentada en la esquina de en frente, haciéndose un par de moños con su pelo rizado. Lleva pantalones de trabajo y una camiseta de tirantes llena de manchas de aceite. La esfera está aterrizando a su lado.

Sapiosexual [Advance Wars - Sonja x Kat/Lash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora