¿Quien soy?

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Siempre queremos saber quiénes somos, pero en realidad nunca sabemos. Hay muchas películas, dramas, series, libros, novelas, etc. La mayoría enfatiza en el amor propio, pero ¿Qué pasa si nunca conseguimos eso? ¿Qué pasa si nos acabamos el tiempo buscando quiénes somos? ¿Qué pasa? Pues te diré. Nada pasa, nos pasamos buscando el amor propio y la felicidad interna, que se nos va la vida y no le damos cabeza a lo que en realidad nos hace felices. Siempre que una pareja se conoce y empiezan a salir a uno de los dos o a los dos, le invade el miedo, la ansiedad y las preguntas sobre ellos o sobre sí mismos. En este caso hablaré desde mi punto de vida. Me llamo Micaela Sánchez y a mi corta edad puedo entender más de la vida de lo que piensan. Volvamos el tiempo atrás unos años. Desde pequeña he tenido amigos que con el pasar de los años fueron construyendo sus vidas. También he conocido personas a raíz de mi intermedia a las cuales me hubiera gustado conocer antes y otras a las cuales hubiera preferido nunca conocer. Como por ejemplo mi expareja el cual vamos a llamar Esteban. Esteban y yo nos conocimos en agosto de 2016, ¿Quién diría que me iba a cautivar con una sola mirada? Se podría decir que fue amor a primera vista. Bueno de mi parte solamente. Esteban es de estos niños que ven lo bueno en todo o por lo menos para ese tiempo. Esteban siempre tenía amigos, pero no le molestaba quedarse solo o sin amigos, era como si desde pequeño supiera quien era. Algo que al parecer a mi me faltaba por descubrir. Yo, sin embargo, siempre he sido bien sociable pero nunca me ha gustado sentir que dependo a un solo lugar, aunque confieso que me gustaría sentir que tengo uno de vez en cuando y creo que por eso considero que no tengo personalidad propia, pero a Esteban eso le llamó la atención. Siempre fui decidida he iba por lo que quería y de una manera u otra y siendo un poco intensa, logre capturar la atención de Esteban y nos volvimos muy amigo, MUY AMIGOS. Tanto que en 2019 tuvimos nuestra primera relación. Si, así como leyeron nos hicimos novios un 14 de febrero, ¿Qué odioso no? Pues admito que todo era color de rosas y por 3 meses se sintió como si de verdad estuviéramos echo el uno para el otro, pero fui yo quien daño la relación, le enviaba fotos con abrigos de otros nenes y le dejé de hablar con cariños y aunque lo hice mal todo tenía una razón. Habían pasado ya 4 meses de ese 14 de febrero y era verano, la relación por la distancia era monótona y sus padres no me querían mucho asi que más difícil era, pero nunca le dije como me sentía. Luego de las vacaciones el me llamo a decirme...
"Mick tenemos que hablar" - con un tono muy seco.
"Qué pasó Esteban? - respondo preocupada y triste por que en realidad sabía lo que pasaría.
"Es mejor dejarlo hasta aquí mick, no me siento bien conmigo mismo y no me siento cómodo con esto" - respondió a la brevedad sin dejarme terminar.
Lo escuché y aunque yo asumí mi responsabilidad, lo hizo en un mal momento. Para ese mismo año y para las mismas fechas, agosto 2019. Mi abuelo al que cariñosamente le decía papi, había fallecido. Cuando Esteban me citó en un lugar de la escuela para hablarme de nuestra relación, preferí escucharlo en vez de hablar lo que había sentido ese verano y me guarde todo lo que sentía porque en realidad le quería y quizás si le hubiera dicho el cómo me sentía hubiera cambiado en algo o quizás no, todavía me lo pregunto. Mas encima el va y ven de emociones por lo de mi abuelo, fue horrible. La culpa me invadía y aunque mis amigas me dijeran que yo no tuve la culpa, que él se lo perdía, algo dentro de mi sabia que ellas no tenían razón. Deje de comer, lloraba todo el tiempo, deje de bailar y deje de hacer muchas cosas que me apetecían y empecé a buscar aprobación en otros chicos. Es como entrar en una depresión no certificada. Luego mi mamá habló conmigo y me dijo, "Debes aprender que no puedes controlarlo todo, pero si puedes cambiar la manera en la que te afectan ciertas situaciones" consejos de madres ¿no? Pasó el tiempo y me sentía mejor, para esto ya estábamos en diciembre del 2019. Ya comía y aunque me dolía la perdida de Esteban, más me dolía la de mi abuelo y poco a poco deje de pensar en Esteban y a seguir con mi vida, como mi abuelo lo hubiera querido. Al cabo de 7 meses Esteban y yo volvemos, estamos en 2020 no sé por qué tomé tal atroz idea, pero mi estupidez no acaba ahí. Luego de volver me sentía como una curita la cual usas y luego de que la quitas no vuelve a pegar, pero flui duramos 1 año, 2021, el año de la pandemia, se acuerdan que les menciones que en la relación anterior sentía la monotonía, por la distancia. Pues aquí peor. Llegó el famoso COVID a partirnos la madre a todos. Lo dejamos por otro año, pensé en que no era el tiempo, aunque en realidad nunca fue la persona. Yo creo en las segundas oportunidades, pero NUNCA más volveré a creer en las terceras y cuartas. Para principios del 2022 volvimos, más grandes, ambos en grado 12, ya casi por graduarnos, un poco más maduros diría yo. Fue bonito al principio, fue todo lo que le pedí que fuera en las antiguas relaciones. Lo básico, que me llevara flores por que sí, que fuera detallista por que le nacía y no por que fuera un dia especial, que subiera fotos conmigo, aunque pienso que cada vez que lo hacia le ocultaba la historia a la otra. Todo muy mono ¿no? Pero en realidad lo hacía desde la culpa que sentía por haberme dejado tanto. Luego ¿Qué pasa cuando pasan los primeros 4 meses? Me invade el miedo de que se vaya otra vez, la ansiedad, las inseguridades y es que como me puedo sentir segura en un lugar el cual me enseño que no soy grandiosa o no tanto como para quedarse a pesar de mi desastre. Empezaron las peleas, pero por primera vez le dije mi sentir y se quedó pasaron 2, 3, 4 meses más y ya casi íbamos para el año en esos meses lo único que hicimos fue tener sexo. Con él había perdido mi virginidad y con él aprendí lo que era convivir en pareja. Nunca vivimos juntos, pero teníamos tanta confianza que cualquiera diría que sí. Por esos meses o más, no salíamos a comer, no íbamos a lugares bonitos por que toda su vida fue empeñada a un carro que lo dejaba a pies cada que podía. Mira si pensaba tanto en él que solo me dio un regalo por el cumpleaños, navidad y reyes fueron sus padres. Cabe recalcar que para esta relación sus padres me aceptaban un poco más o luego desde su borrachera que casi le lleva la vida. Les cuento, una noche Esteban iba a salir con los amigos del trabajo, amigos que nunca me cayeron bien, pero como mi opinión no le importaba pues se fue. Esa noche que Esteban iba a salir con sus amigos se me ocurrió dejar mi teléfono encendido, cosa que nunca pasaba. Al cabo de las 3 am recibo una llamada de Esteban, cosa que tampoco pasaba puesto que me enviaba un mensaje cuando llegaba a la casa y ya. Pero esa noche era diferente y lo podía sentir antes de dormir. Cuando, recibo la llamada de Esteban, contesto como de costumbre.

"hola, mi amor", escucho un silencio y una voz que me pregunta...
¿Eres Micaela? ¿la novia de Esteban?, me pare de la cama lo más rápido que pude, se me paro mi corazón y con voz entrecortada contesté,

-si soy yo-

Luego me indica el chico que me llamó que Esteban estaba borracho hasta las tuercas y que no podía ni caminar. Me pidieron su dirección, pero como no sabía lo que en realidad había sucedido porque por mi cabeza pasaron miles de escenarios, desde que todo fuera una broma, hasta que le hubieran robado el celular y en realidad lo dejaron tirado, pues no di direcciones. Soy un poco desconfiada, pero en ese momento me tocó confiar en lo que me decían. Pregunté con voz llorosa que si estaba bien y en donde se encontraban. El chico me indica el lugar donde se encuentran y que sí estaba bien, aunque no podía ni hablar y sentí como mi alma estaba volviendo a mi cuerpo. Rápidamente procedo a llamar a su papá y no coge el teléfono, entonces procedí a llamar a mi madre ya que yo no tenía carro para buscarlo. Le digo a mi mamá y rápidamente nos fuimos, en pijama, despeinadas y angustiadas. En el camino su papa me contesta y le cuento lo sucedido con Esteban y van al rescate de su hijo. Estábamos todos allí, viendo el papelón de Esteban. Cabe recalcar que al otro dia todos trabajábamos, menos Esteban y que yo vivía a media hora o 40 min de donde estaba Esteban a las 4 am borracho. Pero nunca apareció ese acto de amor. Esteban nunca apoyo ninguno de mis proyectos, nunca me escuchaba, tanto que si le preguntas cuales eran mis sueños el no te pudiera contestar. En cambio, si me preguntas los suyos te los puedo hasta hacer canción. A Esteban solo le importaba él y aunque no cuidara mucho su aspecto higiénico, era un narcisista. Me preguntaron muchas veces ¿Qué cómo era estar con un narcisista? Y nunca contesté porque en realidad no sabía que estuve con uno. Aunque hoy dia se los cuento, es FATAL. Te hace sentir sola, nunca te prestan atención y te hacen sentir como si en realidad tus sueños fueran una basura. Nunca es fácil salir de un narcisista, pero lo había intentado tantas veces con Esteban que cuando nos dejamos en 2023 no me dolió como esperaba. Fue más bien como si me hubiese esperado la ruptura y en realidad si, si me la esperaba. Esteban se fue con otra, pero ninguna aguantaría lo que yo aguanté desde su aspecto poco higiénico hasta sus cambios de humor severos y sus papelones en la calle a las 3 am. Y ahí quedaba yo otra vez, sola, de nuevo, y estos 4 años de relaciones nunca aprendí a estar sola y es que ¿Cómo se aprende a estar sola? Busqué cuantos libros encontré por leer, me hice cuantas mascarillas y vi miles de películas sola pero no me hacían sentir yo. Conocí personas nuevas que me hicieron sentir en casa y me iban ayudando poco a poco a ser mejor persona. Me di tiempo, pero no el necesario para saber cual era mi valor, hasta que conocí a otro chico. A este lo llamaremos Juan.

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