La vida de Dean Winchester ha recorrido un largo camino... Está llegando a un
acuerdo con su pequeño espacio mental. Tiene un cuidador que iría al infierno
y regresaría para mantenerlo a salvo. La mejor parte es que no ha tocado un
pequeño supresor...
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Notas para el Capítulo:
TW: Discusión *muy* breve y no explícita del pasado de Dean. Este es un capítulo pesado de pelusas y abrazos, no te preocupes.
Cas estaba atrapado en esa difusa y cálida tierra de nadie de semiconsciencia cuando sintió que su cama se hundía ligeramente y las sábanas tiraban. Abrió sus ojos llorosos lo suficiente para ver a Dean moviéndose en silencio bajo las sábanas y acurrucándose cerca. Lógicamente, Cas sabía que debería estar sorprendido.
Dean siempre dudó mucho en iniciar un contacto cercano y abrazos en su gran espacio. Cas estaba demasiado dormido para cuestionar el asunto tan profundamente. Deslizó un brazo perezosamente y abrazó a Dean cerca de su pecho, metiendo su rostro justo por encima del cabello suave y revuelto de Dean. Dean se acurrucó más cerca, las rodillas dobladas contra su pecho. Cas lo escuchó dar un soñoliento suspiro de satisfacción y su cuerpo se relajó en la posición de cucharita sin dudarlo. Cas olfateó la cara en el cabello de Dean y sonrió somnoliento. Esto fue muy agradable. Se sentía perfecto, como dos piezas de un rompecabezas encajando en su lugar. Cas dejó que sus pesados ojos se cerraran y volvió a quedarse dormido.
La segunda vez que Cas se despertó, fue con su exasperantemente alegre tono de alarma.
Su brazo se deslizó hacia su mesita de noche para buscar su teléfono celular y abrió los ojos lo suficiente para ver la pantalla y apagar la alarma. Dejó caer el teléfono en el soporte y cerró los ojos con un profundo suspiro. Odiaba las mañanas. Eran del Diablo.
Le tomó un largo y confuso momento darse cuenta de que actualmente no tenía sensibilidad en su brazo derecho. Movió los dedos debajo de la manta y se dio cuenta de que todo su brazo estaba atrapado debajo de algo. Confundido, tiró del voluminoso bulto de mantas hacia abajo y una mata de cabello color arena apareció a la vista.
¡Dean!
Cas sonrió al instante ante la vista. Dean todavía estaba acurrucado cerca de él en una pequeña bola, con las rodillas en el pecho y dos dedos en la boca. Todavía estaba profundamente dormido y parecía completamente en paz. Cas suspiró en silencio y se permitió el placer de simplemente estar allí tumbado viendo cómo dormía su pequeño. Probablemente era un poco espeluznante, pero a Cas no le importaba. ¡Este era su pequeño! Dean rara vez estaba tan tranquilo y relajado. ¡Fue hermoso!
Escuchó los suaves suspiros de Dean y trató de rebobinar su cerebro en el desorden caótico de la noche anterior. ¿Qué ha pasado? Todo lo que podía haber salido mal había salido mal. Cas ni siquiera había sido capaz de ayudar a Dean. Tuvo que llamar a Grant literal para limpiar su desastre y salvar a Dean. ¿Qué hubiera pasado si Garth no hubiera podido venir? Cas se mordió el labio. ¿Qué tipo de cuidador era él si ni siquiera podía consolar a su propio pequeño durante un ataque de pánico?
