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—No, no... por favor no, no ahora —se quejó cuando el coche se detuvo a la par que emitía sonidos extraños.

Encendió las luces de emergencia y salió del vehículo luciendo exasperado, su humor empeoró cuando abrió el capó y un montón de humo le dió de lleno en la cara.

—Tiene que ser una maldita broma —murmuró apretando los dientes.

Entre pitidos de autos ajenos y miradas molestas, sacó el teléfono de su bolsillo e ignorando de manera monumental todos los insultos, marcó mientras golpeaba el cemento con su pie repetidas veces.

¿Dónde carajo estás?

Cerró sus ojos cuando esas fueron las primeras palabras que oyó, inhaló profundo y entonces habló.

—Necesito que hagas tiempo para mí, llegaré en al menos diez o quince minutos, así que...

Jongho ¿qué diablos? ¿hacer tiempo? —la otra persona al teléfono sonó como si acabaran de decirle que el cielo se caía—. Tu clienta ya está aquí, no puedo seguir entreteniédola, también tengo trabajo que hacer, lo sabes.

—MinGi... —suspiró y se apretó el puente de la nariz con los dedos mientras cerraba sus ojos—. Te daré el número de teléfono de YunHo si me haces este favor.

Se hizo el silencio entre ellos y luego un jadeo por parte de MinGi.

Bastardo astuto, sabes como jugar tus cartas, seguiré dándole de mi precioso tiempo y encantadora compañía en lo que llegas, pero te saldrá más caro.

—¿De qué estás hablando? —preguntó en lo que subía al coche y ponía el móvil en altavoz para poder solicitar un uber—. Estoy traicionando su amistad con pasarte su número sin siquiera preguntarle antes.

Sabes que soy muy cobarde de todas formas como para enviarle un mensaje, así que es como si no me estuvieses ayudando en absoluto —dijo con calma—. Solo sigue mostrándome las lindas fotos que sube a su instagram y tan amigos como siempre.

—MinGi, podrías verlas por ti mismo si solo le das a ese botón que dice "seguir"

Tiene su cuenta en privado, no pienso exponerme al seguirlo, porque si no me acepta, sería un golpe muy duro para mi dignidad.

—¿Cuál dignidad? —se burló.

Diez minutos y contando —interrumpió cambiando el tema drásticamente—. Y por cierto, hoy no he desayunado, así que no llegues si no me traes un café de regalo.

Dicho eso, colgó la llamada, consiguiendo milagrosamente que JongHo mejorara solo un poco su mal humor.

Dios, de todos los días que podía ocurrir algo como esto, tenía que ser precisamente hoy, donde tomaría un caso que estaba causando revuelo en las noticias locales.

Estúpido montón de chatarra, no tenía siquiera un año de uso y lo dejaba varado en medio de la calle en pleno centro de la ciudad.

¿Fue alguien malvado en su vida pasada tal vez?

Bajó nuevamente del coche cuando la aplicación le indicó que quien lo recogería estaba cerca, así que bloqueó el automóvil y llamaría a una grúa en cuanto llegara a la oficina.

Su gps había usado como referencia una parada de autobuses que estaba literalmente a unos diez pasos de donde se encontraba detenido, así que caminó hasta ahí mientras esperaba sintiendo como el estrés comenzaba a consumirlo.

Blue Bus [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora