¡𝐇𝐚𝐳𝐥𝐞 𝐥𝐨 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨!

"𝑷𝒂𝒈𝒂𝒍𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒑𝒂⁠"...

El príncipe que ya todos conocemos se encontraba de camino a la oficina IMP.

Mantenía una relación perfecta con el diablillo Blitzø y él se sentía más que orgulloso de ello. Dejó de prestarle atención a las opiniones que tenía el infierno sobre ellos y se concentró en su relación, intentando dar lo mejor de sí.

Era la hora del almuerzo y desde que comenzaron su amorío Stolas siempre se acostumbró a llevar comida y algunos bocadillos para el equipo y esta vez no fué la excepción.

Caminaba alegremente por las calles de Imp city. Para él no fué problema la multitud debido a que la mayoría que se encontraba se quitaba del medio, dándole paso al príncipe.

Cuando llegó al edificio, subió las habituales escaleras de siempre y abrió la puerta.

Le sorprendió lo vacía que estaba y que las luces estuvieran apagadas.

Extraño. Normalmente siempre se encontraba a Millie y a Moxxie en el sofá descansando y mostrándose afecto entre sí y a Loona en su habitual puesto de trabajo.

¿Seguirán ocupados en alguna misión?

Esa idea se descartó rápidamente de la mente de Stolas al notar que la luz de la oficina de su pareja estaba encendida.

Sonrió alegremente y se acercó suavemente a la puerta, evitando hacer ruido para sorprender a su novio.

Pero un sonido en particular lo sacó de onda. ¿Esos eran gemidos?

Pero no se escuchaban como gemidos de Blitzø, eran gemidos de alguien irreconocible...

Se acercó más a la puerta y la abrió, temiendo lo peor y, oh dios...

"⁠ーA-ah... Vamos Blitzø, sigue~⁠ー"

A Stolas se le hizo un nudo en la garganta al presenciar la imagen que tenía al frente.

Blitzø y otro diablillo el cual Stolas no reconoció si no minutos después se encontraban desnudos, la ropa esparcida por toda la oficina.

El diablillo se encontraba encima de Blitzø, montando su polla.

"⁠ーOh S-Striker... N-no duraré mucho uhm~⁠ー"

Asi que ese era el nombre...

Stolas se sintió traicionado, sus lágrimas no tardaron en salir tras aquella imagen de su novio con otro chico...

Blitzø le había prometido que no lo volvería a hacer y ahí estaba, volviéndolo a hacer...

"⁠ー¡¿Qué mierda?!⁠ー"

Striker había gritado, alarmando a Blitzø y a Stolas.

"⁠ー¡¿Stolas?!⁠ー"

Tras escuchar la voz de su novio no sabía como reaccionar. ¿Qué debía hacer?

"⁠ーY-yo... Te traje el almuerzo como siempre, t-tal parece que se te olvidó que siempre vengo a estas horas jeje... E-eh, me voy, ustedes sigan en lo suyo o no sé...⁠ー"

La voz de Stolas se escuchaba quebradiza, lo que lastimó a los otros dos chicos presentes.

"⁠ーCariño por favor, puedo explicártelo...⁠ー"

"⁠ーN-no no, no hay problema. Yo... Solo me iré. Me avisas cuando vuelvas a casa o bueno...⁠ Te dejaré tu comida aquíー"

Dejó el almuerzo en el escritorio sin dejar de llorar y salió rápidamente de aquel lugar, evitando escuchar cualquier tipo de excusa que Blitzø le intentaba poner.