Un recopilado de aquéllos vehículos usados antes, durante y después del primer conflicto de escala mundial, de igual modo una explicación a aquellos vehículos opacados por otros más reconocibles.
En diciembre de 1914, el ingeniero Abrio-Gabet propuso su visión de la infantería mecanizada. Para reducir el costo de construcción y acelerar el trabajo, propuso un vehículo blindado sobre el chasis de un tractor agrícola ligero, en configuración de triciclo.
Se consideró un proyecto novedoso como una forma de atravesar los peligros de la tierra de nadie que se estaba empezando a formar, moverse incansablemente por el campo de batalla y, al mismo tiempo llevar armas poderosas con municiones más potentes.
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En febrero de 1915, se fabricó la máquina, el peso de la máquina fue alrededor de 4 toneladas, la longitud era de 3.8 metros, la altura era de 2 metros y el ancho era de 1.4 metros. El robusto bastidor del tractor Filtz carecía del motor de combustión interna y la caja de cambios era "innecesaria". En su lugar, se instaló una impresionante caja blindada, probablemente de blindaje de 6 milímetros, en la que se escondía un motor eléctrico, un cañón de 37 milímetros y dos tripulantes. El ingeniero resolvió el problema de una reserva de energía limitada colocando un carrete de cable en la parte trasera.
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Las pruebas primarias del "dispositivo" inspiraron cierta esperanza para el futuro. Con bastante confianza superó las vallas de alambre, pero fue esta muestra la que resultó ser extremadamente fallida. En primer lugar, por el vulnerable cable eléctrico. Además, la enorme torreta redonda y la caja de la torreta hicieron que el automóvil fuera muy inestable.
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En diciembre de ese mismo año se probó un segundo intento montado en un chasis con orugas, pero no tuvo más éxito.
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