S E I S

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S E I S

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El aire era frío, y el sonido de los árboles por alguna razón no hacían sentir el lugar más relajante. Sino, más misterioso y de alguna forma oscuro.

Con mi cuchillo iba tallando en la piel del pájaro dibujos y símbolos al azar. Lo que uno de cuando está aburrido. No tenía ganas de estar con nadie más. Papá dijo que me enseñaría sobre éste mundo. Pero quiero aprender solo. No necesito otro monstruo que me enseñé sobre esta mierda.

Mis manos manchadas de sangre las limpiaria con mi ropa, pero una vez más recuerdo que no es normal ver a un niño de 12 años con la ropa manchada de sangre.

Suspiré mientras seguía tallando mis símbolos en el pájaro. Pobre pájaro. Me da pena haberme encontrado con el. Tal vez si no hubiera pasado así, el estuviera vivo con su familia, y entonces yo mataría a otro pájaro. Pero también pensé que se repetiría mi mismo circuito de pena con ése otro pájaro. Sin embargo, no era algo que fuera realmente importante. Lo hago la mayoría del tiempo. Los Novenos lo hacemos la mayoría del tiempo.

—Mierda... —maldije cuando sentí el filo del cuchillo cortar mi mano.

—Esa herida debe doler. —escuche una vocecita hablar en un tono bajo cerca de mi. Y cuando me di la vuelta. Una niña de cabello largo y castaño, ¿o era rubio? ¿Castaño con rubio? Era difícil descifrarlo.

—Lo hace.... —y por un momento pensé que podría usar la herida cómo escusa para tener la ropa manchada con sangre.

Se acercó y agarró mi mano. —No creo que sea tan profundo..... Solo con unos vendajes estarás bien. —y después mis pensamientos se centraron en ella. ¿Quién se supone que era? Una niña normal no debería estar aquí, sobrepasando los límites marcados del bosque. Al igual que Asfil tenía su fachada sobre para dar miedo a la gente y que no metiera sus narices tan profundamente. Esté también tenía otra fachada. Por eso no se acercaban aquí. Es raro ver a una niña de mi edad aquí. A no ser que sea una de nosotros.

—¿También eres un noveno? —pregunte mientras ella aún agarraba y examinaba mi mano.

—Desgraciadamente. —dijo antes de rasgar su remera y usar la tela para envolver mi herida y hacer presión en ella.

—Pero.... Tu remera....... —mire con un poco de preocupación su ropa.

—No te preocupes. Tengo más en casa. —desvio su mirada hacía el pajarito en mi mano y inmediatamente se tensó. Pensé "raro". Tal vez es demasiado sensible para ser un noveno. ¿Y si mintió?

Miré al pajarito y caminé dos metros. Cabe un agujero lo suficientemente grande con mi mano sana y puse el pajarito ahí. —No te preocupes, estará bien. Ya no sentirá dolor alguno. —ni siquiera estoy seguro porqué me molestó en decirle eso. Tape al pajarito con tierra y luego me alejé.

—Supongo que tienes razón.... —mire a la niña. Nunca hacía ésto con lo que mataba. Simplemente lo tiraba por allí y dejaba que lo encontrará quién tuviera que encontrarlo. No era algo que tuviera que preocuparme. Y ahora enterraba a un pajarito solo porque a está niña le incómoda. ¿Desde cuendo caes tan bajo Elías?

Suspiré al pensar lo absurdo que estaba siendo mi comportamiento hoy.

—Soy Jane.

—Elias. Te ves demasiado ingenua para ser un noveno. —verbalise de forma directa mientras la miraba de arriba a abajo.

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2023 ⏰

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H E L L A - [Hija de un cazador] ||Basada en DAMIÁN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora