Al borde del precipicio...

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Despierto al sentir la boca, la lengua, de Dani entre mis muslos, no puedo evitar que se me escape un grito, escucho y noto sobre mí su risa, instintivamente intento cerrar las piernas pero no me lo permite...

- Shhhhh tranquila - susurra, tranquila? Está de coña? Ni siquiera puedo controlar los temblores de mi cuerpo, me agarro al colchón, a su pelo y no me molesto en contener los gemidos. Arqueo la espalda y clavo los talones en el colchón cuando suena un móvil que no es el mío.

- No pares, por favor - gimo.  Y él levanta la cabeza y sonríe, niega con la cabeza y sigue, ignorando el sonido insistente de su teléfono.

Dos horas después me dejo caer sobre su pecho, a horcajadas sobre sus caderas.

Después de tantas horas en esta cama conozco mejor su cuerpo desnudo que el mio y él parece saber antes que yo todo lo que deseo.

- Me duele todo - dice riendo.

- A ti? No estoy segura pero es posible que me hayas roto algo...

- Yo? No te voy a decir lo que creo que me has roto porque sé que eres una chica muy fina...aunque hace un minuto no lo parecías!

- Serás cerdo! - me incorporo y le doy un puñetazo en el hombro, intento apartarme pero me da la vuelta y giramos sobre la cama que cruje escandalosamente, hasta que se coloca de nuevo encima de mi sujetándome las manos por encima de la cabeza.

- No me puedo creer que estés otra vez...- murmuro.

- Duro? No puedes decirlo? Con lo que acabas de hacerme y no puedes hablar de sexo?

- Vete a la mierda!

- Eres tan graciosa, Cristina... - se aprieta a mi

- Oh Dios! - se me escapa un gemido.

- Gracias!

- Gilipollas creído! Quieres matarme?

- Lo siento parezco un animal! - Intenta apartarse pero le atrapo rodeándole la cintura con las piernas.

- Idiota, tendrás que emplearte a fondo si quieres cansarme de verdad...

- Creo que podré conseguirlo.- el móvil vuelve a sonar.

- Cogelo, puede ser Coco... Estará preocupada... Llevamos horas desaparecidos!

Me da un rápido beso en los labios y se levanta de un salto, saca el maldito móvil de sus vaqueros y nada mas descolgar le cambia la cara.

Me siento en la cama al notar su tensión y me acerco a su espalda.

- Si, de acuerdo...claro, allí estaré. - cuelga, se pasa las manos por el pelo y se queda callado, inmóvil, mirando a la pared. Me pego a él y le rodeo el cuello con los brazos, le beso el cuello.

- Que pasa? - le susurro al oído.

- Nada...

- No me mientas.

- Era esa gente... Peleo para ellos mañana, no pierden el tiempo!

- Iré contigo.

- No! - se gira y me agarra la cara entre sus manos obligándome a mirarle a los ojos - no quiero que sepan ni que existes.... Te lo suplico, Cris...porque entonces si que me tendrán agarrado por los cojones. Me harás caso por una vez en tu vida? Júramelo por lo que más quieras.

- Si, Te lo juro por ti.

- Tú si que sabes animar a un hombre - sonríe y me sienta sobre él pero ya no es el mismo de hace cinco minutos...la sonrisa no le llega a los ojos. Los dos sabemos que estamos de nuevo al borde del precipicio.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora