"-Hazme el amor, cuida de mí, quiero sentirme amado por un momento. Cumple mi petición y me entregaré a ti por completo.
-No entiendo.
-Acepto ser tu sumiso, Bin..."
Donde la inocencia y secretos de Dong Min, se mezcla con el sadismo del señor Moo...
-¿Qué haremos hoy, joven Lee?- preguntó cambiando totalmente de tema.
Habían pasado minutos considerables abrazados, en completo silencio, tratando de calmar sus aceleradas emociones.
-Cierto, hoy es nuestra cita...- se quedó pensando un momento y una idea pasó por su mente -Ya sé. Que te parece si vamos al supermercado y te cocino la mejor cena que puedas haber probado.
-Que romántico, Lee, una cita en el supermercado- dijo con sarcasmo -¿Crees que somos un jodido matrimonio que hacen las compras de la semana?
-No he dicho eso, al contrario, quiero ir al supermercado porque me gusta ir, de pequeño las empleadas me llevaban y yo las ayudaba a elegir los productos, es como mi lugar feliz- explicó -No creas que nos saltaremos el almuerzo, claro que no, también te prepararé algo.
-Bueno, luego de almorzar iremos y espero que esa cena valga la pena- a decir verdad, ya estaba loco por probar nuevamente su comida.
-Valdrá la pena, ya lo verás. Ahora iré a lavar los trastes, a limpiar la cocina y a cocinarte un rico almuerzo- dijo y se llevó con él todo lo de la mesa.
El alto se quedó sentado en el sofá viendo la televisión y de vez en cuando miraba al chico corriendo de un lado a otro limpiando todo y dejando el lugar impecable.
Luego de almorzar y dejando pasar algunas horas, salieron del penthouse hacia el estacionamiento del edificio, el pelinegro quedó sorprendido al ver como seis autos de lujos estaban estacionados en filas, reconociendo entre ellos, dos de esos autos que sabía que eran del castaño.
-¿De quién son?- dijo señalándolos.
-Son míos, ven sube- dijo y se subieron a uno de los autos, un lamborghini aventador LP 780-4 con un diseño único que desde que Dong Min lo vió supo que era un auto super costoso.
-¿Cómo obtienes todo esto?- fue la última pregunta que el pelinegro se hizo antes de ponerse en marcha.
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Al llegar al centro de compras, Dong Min le pidió al alto tomar la carretilla para iniciar a tomar los productos de los estantes.
-¿Traes una lista?- preguntó el alto con algo de burla, el pelinegro parecía toda una señora con una lista y un lápiz en su mano, dispuesto a llevarse consigo todo lo que había en el lugar.
-Por supuesto que sí.
-Dígame, joven Lee ¿Cuál será el menú de esta noche?
-Estaba pensando en algo sencillo, un jugoso bistec de carne de res asado, pasta carbonara, vegetales al vapor, champán y como postre, le prepararé un rico y delicioso pastel de fresa bañado de chocolate, y puedo decorarlo con gelatina blanca, fresas y cerezas caramelizadas ¿Qué le parece, señor Moon?
-¿A eso le llamas una cena sencilla?- en ese momento no lo creía capaz de hacer todo eso pero ya que, quería comprobarlo, se le hacía agua la boca.
