9. Habla el corazón

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Narrador Omnisciente:

Las cosas iban tan sobre ruedas que fueron cuestión de horas tras su partida no para que las autoridades les encontraran, sino alguien peor: parte sus ex amistades. Vegetta sonrió nervioso al visualizar a varios de sus compañeros reunidos con expresiones de rabia dirigidas hacia su persona. No pretendía ocultarlo ya que sus manos dejaban ver el miedo que sentía, pero del mismo modo su interior estaba muy regocijado al ver que las cosas no tan bien hechas dieron resultados favorables.

Foolish permanecía serio protegiendo a Karim, quien lejos de lucir temeroso sujetaba consigo un arma cargada con balines de slime que fabricó junto con su progenitor en tiempos remotos e igual de enterrados que su antigua identidad. No pretendía ceder, si atacaban a sus padres se las verían directamente con una abalancha de bolitas pegajosas de lleno sobre sus rostros.

—Let's calm down...

—Shut up, Foolish.

—Yes shut up, Foolish.

Replicando el comentario del Mariana, Slimecycle apretaba aún más el mango de su arma. Hace tiempo que las cosas no estaban bien entre ellos, pero si en algo estaban de acuerdo era en callar al tótem y darle su merecido al responsable tras los robos a sus viviendas.

El viento barría consigo retazos de verde, levantando tierra y polvillo a su paso creando un panorama difuso a su alrededor. Más que un bosque ese lugar era un basurero. La naturaleza no era el problema sino el ojo humano generando una visión errónea de la composición como tal, siempre fue así. Si ese lugar y toda la isla en general son un basural era por su culpa, ellos junto con sus manos y mentes fueron, son y serán el residuo encargado de ensuciar todo a su alrededor.

El mago extrañaba la sensación y el calor que le propiciaba la capa de su amante tiburón. Se sentía muy expuesto frente a esos ojos rabiosos, el silencio no podía hacer otra cosa que subir la tensión del ambiente. Si quisieran atravesar su carne con el filamento de sus armas y volverlo puré con sus puños desnudos solo les llevaría alrededor de tres minutos, no cabía duda de eso.

Con su izquierda mantenía una barrera de distancias con su amante, quien analizaba la situación desde atrás con mirada de piedra.

Foolish lo sabía, la situación para ellos era complicada desde que se dieron a la fuga e incluso antes. Paseando sus ojos desde el rostro de Slime hacia el del Mariana para luego repetir el proceso con Spreen, Forever, Cellbit e incluso Roier quien estaba centrando su mirada en el piso, pudo notar como el de bandana resguardaba una de sus manos con la de su esposo quien probablemente le estaba mandando fuerzas a través de su unión. Ay, cómo quisiera hacer lo mismo con esa mano temblorosa y lastimada de su prometido que imponía distancias ahora mismo. La necesidad de rescatar su tacto y alejarlo de todo ese embrollo que ahora venía a intentar arrasar con él como había predicho estaba arañando y quemando en su interior.

Se preguntaba qué haría Vegetta ante esta situación, si su planifinifación abarcaba esta clase de emboscadas grupales o si de lo contrario no tenía nada planeado y tendrían que improvisar. Incluso variando de situación Foolish no iba a dejarle sólo, se lo había prometido internamente y también el día en que puso ese anillo sobre el dedo del contrario. En esta vida iba a estar siempre a su lado.

El de mirada amatista pareció leer sus pensamientos, regalándole una sonrisa a él y a su hijo quien lejos de calmarse solamente reafirmó más su índice en el gatillo. Karim no planeaba bajar la guardia.

—Vegetta, ¿por qué?.— En un hilo de voz Roier alzó sus ojos decepcionados frente a los suyos, queriendo en verdad saber el motivo. —No es la primera vez que te metes con la memoria de mi niño, ¿qué te pasa? ¿Qué te hice o hicimos?.

WELCOME HOME, AGAIN. [FOOLIGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora