𝐏𝐚𝐫𝐚𝐧𝐨𝐢𝐚

243 39 0
                                    

5:00am
Abrí los ojos con brusquedad intentando calmar las ansias en mi pecho.
Por alguna razón me he estado sintiendo más ansiosa de lo normal desde que tuve mi última sesión de fotos. Tal vez estoy solo siendo paranoica pero siento que me siguen y a pesar de sentir necesidad de protección decidí irme a mi casa para cuidar de mi gato que estaba en manos de mi mejor amiga cuando yo no estaba en casa.

Me bañe rápidamente, me puse una visera y unos pantalones negros con una chamarra rosa para salir a correr.

Llamada -Ran-
-No puedo ir hoy Ran—
—estás jugando ¿verdad? No entiendo que tienes que hacer-
—Quiero cuidar a Sato, olvidara que soy su dueña si sigue quedándose con Nailea-
-¿Estas cancelándome por tu gato? Sabes que puedes traerlo aquí y quedarte—
—Ni a ti ni a Rindou les gustan los gatitos, y él es un poco travieso-
-Cariño por favor, empiezo a extrañarte, y aunque digas que es por eso, siento qué hay algo más y no quieres decirlo—
Hice una pausa en mis trotes y coloqué las manos en mis rodillas para tomar aire.
-Lo ves, ya te quedaste callada Saori—

Sentí frustración en su tono de voz y juraría que esta apretando su puente nasal.
—No, es que-
El sonido del flash de una cámara me interrumpió y alarmo mis sentidos que ya han estado a flor de piel.
—¿Escuchaste eso?-
-¿Qué cosa?—
—¿paparazzis?- murmure para mi misma. —No los veo-
-¿A quienes no ves? No te entiendo nada, cielo—
—Escuché un flash pero... no encuentro de dónde viene, creo que es muy pronto para tener paparazzis siguiéndome en actividades tan comunes-
-Creo que ya estás ganando más fama, pasará más seguido de lo que crees. A mi y a Rin nos.........-

Ran seguía hablando pero mi atención aún está atrapada buscando la fuente del sonido.
No es la primera vez que me pasa algo así en estas últimas semanas. En una ocasión un tipo de metió al mismo café que Nailea y yo, parecía normal hasta que me di cuenta que seguía mis movimientos y al salir del lugar, salió también pero desapareció.
Y no es la única anécdota rara, sólo lo he mantenido en mi mente porque creo qué tal vez estoy siendo paranoica y ya.

—Ran, si quiero ir contigo, ahora-
Mi corazón dio brincos al escuchar pasos al compás de los míos.
-¿Ahora? Primero no querías venir y ahora quieres que vaya ya, de verdad que no te entiendo mujer—
—Por favor amor, ven por mi, y voy a contarte todo cuando llegues-

Mi voz agitada tambaleó sobre un hilo mientras corría para encontrarme con un lugar más transitado y le compartí mi ubicación exacta a Ran.

-Me gusta mucho que me llames así, es por eso que iré enseguida, nos vemos ahí—
trate de reírme aunque mis pulmones no me lo permitían.

(..)

Pasaron 30 minutos y mi desesperación me estaba comiendo. Sentía cada segundo como una eternidad en la que Ran no aparecía, y a pesar de no escuchar ningún ruido era una de esas veces en las que uno es capaz de sentir.

Ran llego al lugar y se acercó a mi con una sonrisa que intente devolver pero salió mas como una mueca.

-Hola cielo, ya estoy aquí-. beso mi cabeza en la parte que queda expuesta de la gorra y acaricio mi mejilla.

-Gracias... lamento pedirte que vinieras tan repentinamente pero sentí que era necesario-

(...)

Una vez en el auto Ran prendió la calefacción pues nos encontramos en verano pero el otoño se acerca y las mañanas suelen ser algo frías.

Stargirl|Ran Haitani Donde viven las historias. Descúbrelo ahora