Yo, fisura: Crónica de un ser.

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Ser:

No se que ponerme ya. Tengo varias prendas, las combino todos los días. Trato de sentirme único conmigo mismo, trato de sentirme bien. No se si destacar, solamente ser extravagante, resaltar algo que antes era todo negro.
Y amo el negro, ojo. Es un color que predomino gran parte de mi vida, y lo sigue haciendo. Remeras, jeans, ropa interior, medias... El negro era yo, aunque también sentía que faltaba un poco de color a mi vida. Ando en esa. Buscando el color que me guste más, ese que me atraiga y que me deje ser yo.

Probe con el rojo pero es algo que no me pertenece, el azul pero ya lo desgaste bastante, el amarillo no probé pero siento que me voy a terminar cansando. Los primarios, el balance entre la gama de los tres, forman el blanco.
Blanco, luz, iluminación. Negro, oscuridad, sin luz.

Mi vida se trata ahora mismo de grises, y no me gusta nada como se anda llevando. Ojo, que entre los grises aveces me encuentro cómodo. Pero siento que no hay pertenencia alguna con nada, ni nadie, ni algo, ni todo. Ando buscando una identidad propia, sentirme aceptado por mí, aceptarme.
Encontrar ese equilibrio del cuál ando muy intenso y gede todo este último tiempo. Se que es utópico alcanzarlo a la perfección. Es la busqueda constante y persistente de este viaje el que me va a dar esa identidad propia.

El cambio da vida y transforma otras. Sentí que el cambio es bueno, pero aveces no lo es tanto. Mi zona de confort ya no lo es tanto, y no quiero tampoco estar en una parcelita encerrado.

Entonces, ¿En qué quedamos? ¿Que voy a hacer con todos estos dilemas? ¿Es algo que no tendrá solución, o el tiempo mismo me dira la respuesta? También es algo que me carcome la cabeza, déjenme hacerles saber.

Estoy en un bucle de no saber que hacer, ni que quiero ser, ni que busco, ni que ya me hace sentirme yo. Me pasan muchas cosas, y no siento que vaya a explotar. Siento más el hecho de asumirlas y aceptar todo con un ~sí, ya fue.

¿Por qué? Te dirás...
Porque ya no me siento capaz de lograr ese cambio, eso que yo me sentía capaz. Me siento incapaz, inútil, sin autoestima para ser funcional en sociedad.

Y lo peor es que no se si podré salir de esta, siento que no ya no hay esa luz en el fondo del pasillo que me indica el camino. Pero no sé desesperen, también es algo que se es momentáneo, y que son tramoyas que mi cabeza me hace.

El tiempo es el maestro, señor y Dios de mi vida últimamente.
Es justamente mi brújula a que toda mi existencia se equilibre. Tiempo al tiempo, tengo que esperar - diría una canción. Pero, ¿podre esperar más, o me dejaré llevar por no esperar?