𝐁𝐑𝐎𝐎𝐊𝐋𝐘𝐍 𝐁𝐀𝐁𝐘 - 𝒿𝓊𝒿𝓊𝓉𝓈𝓊 𝒦𝒶𝒾𝓈ℯ𝓃

03🌨️

Capitulo situado antes de la pelea contra los hermanos de choso.

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Abro mis ojos lentamente, la luz del sol traspasa las cortinas de mi habitación, y un ligero dolor de cabeza me molesta. Una gran comodidad rodea mi cuerpo, lo cual hace qué no tenga intenciones de querer levantarme.

Me remuevo del lado contrario de la cama, pero choco contra algo bastante suave. Aun tengo sueño, por lo que le resto importancia y decidió continúar con mi descanso..

— huele bien...

— gracias..

Abrió los ojos en par y miro que estoy contra el pecho desnudo de alguien. Levanto la mirada y me pongo roja, al igual que mi corazón late rápidamente.

— buenos días... — su voz sono ronca y somniolenta..

— ¡¿nanami?! — rodaría a la orilla para caer de la cama, de no ser por que sus fuertes brazos rodean mi cintura, impidiendo mi escape — Dios...

Espera. Si el esta así del pecho... Eso quiere decir que?

Con pánico levanto un poco la sabana, para después bajarla. Ambos estamos como Dios nos trajo al mundo.

—... ¿Que sucedió ayer?

— parece que no eres muy resistente al alcohol... — frunció el seño para después mirarme. Se ve tan.... Ahg no se como explicarlo — ¿estas bien? ¿Te lastime?

— ¡no!, es solo que... — me escondo en su pecho, evitando mirarlo — no me arrepiento...

Recargo su barbilla en mi cabeza para después resoplar.

— pues yo tampoco..

— satoru nos va a molestar..

Pará desgracia mía, mi celular comienza a vibrar, pero este se encuentraba en el suelo junto con mi ropa. Como puedo me cubro con la manta y lo recojo.

— gojo... — mi mano tiembla — ¿hola?

— ayer te desapareciste con kento, utahime e ijichi me llevaron a mi casa.¡Eres una mala amiga! — aleje el teléfono de mi oído ante su grito.

— lo siento... Te puedo compensar con dulces.

—... Me ofende pero lo tomo. Y, ¿qué tal ayer~?

Mis mejillas de calentaron ante el tono que uso.

— ¡no te importa! — escuche como reía.

— espero y lo hayan pasado bien. Pero necesito que regreses para que ayudes a yuji y nobara con su entrenamiento. Tendrán una misión mañana, y quiero que estén listos.

— de acuerdo... En unos momentos llego — cuelgo y aviento el aparato — tengo mucho trabajo... Perdón kento.

— no importa.

Lo miro unos segundos. Un rato más no dañara a nadie, ¿no?

Sonrió con picardia, me recuesto y lo atrapó del torso con mis piernas, para después subir y abrazarlo por el cuello. Sus bellos ojos me miran.