AMANTES | Hyunlix

[ 024 ]

—Mi amor—Felix carga a su pequeño entre sus brazos—no me vuelvas a dar otro susto de esos—besa su mejilla.

—Mami, él me ayudó a encontrarte—apunta hacia Hyunjin.

—Felix... —el mencionado voltea y siente como su Omega se vuelve loco y su marca empieza a picar. No sabe que decir o cómo reaccionar—. ¿El es mi hijo?.

Sin habla el rubio asiente con la cabeza y baja a Eunwoo. El pelinegro se acerca y sin rodeos, abraza aquel delgado y pequeño cuerpecito.

—Mi amor... yo soy tu papá... —susurra en el oído contrario—perdóname por haberte dejado.

—¿Tu eres mi papá? ¿Enserio? ¡Ah! ¡Tengo papá! Siempre soñé con tener un papá—abrazo fuertemente a Hyunjin—. Te quiero papá.

—Yo también te quiero, mucho—. El Alfa mayor comenzó a llorar, esas palabras eran tan conmovedoras—. ¿Te gustaría ir por helado?

—Si, si, si, ¡me encanta el helado!

—Perfecto, pero tienes que pedirle permiso a tu mami.

Comenzaron a caminar por las calles de Londres los tres, en busca de una heladería.

—Felix... de verdad lo siento.

—Deja de disculparte. Te perdone hace mucho Hyunjin.

—¿Me dejarás verlo?—dice refiriéndose al niño.

—No lo sé... nunca me he separado de él.

—Entiendo, pero agradecería mucho verlo. ¿Cómo te ha ido?

—Al parecer todo bien—suelta una pequeña risa—. Tu eres famosísimo, el mismísimo, Hwang Hyunjin.

—¿Acaso nunca le hablaste de mi a mi propio hijo?

—No quería que se sintiera mal por no conocerte, no sé si hice lo correcto pero ni modo...

—Hiciste bien. Espero podamos llevarnos bien... por él.

—¡Papi! ¡Mami! Llegamos.

El pequeño cachorro no podía estar más feliz, ahora sus dos padres estaban juntos, siempre había querido tener un padre y Hyunjin era el mejor de todos aunque apenas lo conocía.

Pasaron una bonita tarde, hasta que el cielo comenzaba a oscurecerse y el frío comenzaba a hacerse presente. Por lo que Felix decidió que era hora de irse a casa. Tenía mucho que procesar.

—Nos vemos después mi amor, estaré en contacto con tu mami para poder verte—dejó un beso en la mejilla del pequeño—. Te quiero.

—¡Yo también!

—Felix, ¿puedes darme tu número de teléfono? Quiero estar en contacto contigo.

—Está bien—comenzó a dictar el número telefónico rezando para que no dijera ningun error.

Felix tenía la cabeza dando vueltas desde que el Alfa se había aparecido, fue muy sorprendente. Cuando lo vio, sintió esa sensación en su estómago, como cuando lo conoció por primera vez. Tenía inmensas ganas de ponerse a llorar, pero fue fuerte y no lo hizo. ¿Qué pensaría Hyunjin si lo viera llorar? Tal vez pensaría que era un cobarde.

O tal vez no. Le habla su Omega.

Pero hablando de sentimientos...
Sabía que amaba a Hyunjin con todo su ser, lo quería cerca de él, todas las noches que había pasado llorando era por él, incluso se sentía culpable de haberse ido, sin siquiera dejar que se despidiera de Eunwoo. Le dolía tanto que su Omega le reclamara buscar a su Alfa y esconderse en sus brazos mientras lloraba, quería volver a olfatear ese olor que le hacía sentirse seguro. Sus celos eran tremendamente dolorosos y tristes, su Omega rechazaba a cualquier otro Alfa, solo quería ser tomado por Hyunjin. Solo por él y nadie más.

Por qué después de todo Hyunjin y Felix, eran predestinados.