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Yoongi estaba decidido a confesarle sus sentimientos a Jimin. Ahora que habían iniciado sus vacaciones podía planear algo. Quería que fuera algo creativo y sobre todo, especial.

Mientras vaciaba comida para los gatitos que estaban en la cafetería, pensaba en las opciones que tenía para declararse.¿Qué día sería mejor? Hoy era sábado y su salida con Taehyung y Jimin era el miércoles. ¿Viernes? ¿Sábado?

Primero tendría que pedirle una cita. Pensó Yoongi. Sacó su teléfono y buscó: mejores lugares para citas en Seúl. Mientras deslizaba su dedo por la pantalla de su celular se encontraba ideas bastante interesantes.

Restaurantes. Monumentos. Templos. Parques. Había muchas opciones.

— ¿Ya tienes pareja? — Yihyun habló detrás del castaño. Yoongi saltó sorprendido.

— ¡Ahh, Yi-hyung, me asustaste!— Yoongi se agarraba el pecho para tranquilizar a su corazón. La pelinegra realmente lo había asustado.

— ¿Pareja? ¡¿Nuestro bebé Yoonie tiene pareja?! ¿Es ese lindo rubio?— Yeonjun había salido corriendo desde la cocina.

— ¡No! Yeonjun, Yihyun, aún no tengo pareja. Y mucho menos es Jimin.

El peliazul soltó un suspiro decepcionado. A Yoongi realmente le agradaban sus compañeros de trabajo y el entusiasmo que mostraban cuando se mostraba interesado en algo o en alguien. Pero en estos momentos él solo estaba interesado en Jimin.

— Pero vas a salir con alguien, de lo contrario ¿por qué buscarías lugares para tener citas?

— Yihyun, yo.. planeo confesarle mis sentimientos a Jimin.

El grito que ambos soltaron logró hacer que los gatos huyeran a esconderse.

— ¡¡Por fin!! Siéntate Yoongi, necesitas tener un plan. — Yeonjun jalo de su brazo para sentarlo en una mesa vacía.

— Pero, los clientes..

— Hoy está casi vacío, yo me encargo de ellos. - Yihyun los dejó solos para recibir a los nuevos clientes.

— ¿Qué tienes en mente?

— Bueno, yo quisiera que fuera especial. Había pensado en...

...

Jungkook estaba un poco molesto.

¿Por qué Mi-suk había perdonado al pelirrosa tan fácil y ahora tenían una cita en un café de gatitos? Si bien habían aclarado las cosas ese mismo día, para él, Soobin seguía siendo digno de desconfianza, o al menos lo era el chico que había molestado a Mi-suk días atrás, y que afirmaba ser una gran amigo cercano del pelirrosa digno de defenderlo sobre cualquier amenaza que se le presentara. Tonterías. Soobin debía hablar con ese chico, había rebasado los límites con lo que le hizo a la pelinegra.

O quizás solo estaba un poco celoso por ver como él lograba juntar una pareja más, pero no había podido encontrar una con quien compartir sus días.

Sacudió su cabeza para tratar de alejar esos pensamientos invasores que muchas veces lo atormentaban.

Aburrido de mirar desde fuera de la cafetería a esos dos chicos conversar animadamente, empezó a mirar el interior de esta para buscar algún detalle que llamara su atención. No le agradaban mucho los gatos, pero ese lugar era lindo. Así, sus ojos se posaron en un chico pálido de cabello castaño. Al verlo parecía que estaba hecho para trabajar ahí.

Un gato trabajando con gatos.

Automáticamente sonrió. Pero no tardó mucho en dejar de sonreír al percatarse que ese chico pálido parecía mirarlo fijamente. Se asustó cuando el chico se dirigía a paso rápido a la salida del local sin dejar de mirarlo.

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⏰ Última actualización: Jul 26, 2023 ⏰

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