Ilusión

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Helena y Linn se dieron la vuelta de inmediato.. vió como una mujer se dirigía a ella y le preguntó a Linn.

-- ¿quien es ella? --

-- Es la esposa principal, mi señora. su nombre es Katerina -- le dijo al oído -- y le recomiendo que no hable con ella, si la llamó no es para nada bueno --

mientras Katerina se acercaba, Helena le entregó su hijo a Linn y le dijo.

-- márchate cuando te señale --

Linn asintió y Katerina se acercó completamente a Helena.

-- ¿puedo suponer que tú eres la mujer que a Alborotado todo este palacio?  -- le dijo con una sonrisa de ironía -- no eres la gran cosa --

-- me alegro que haya escuchado de mí -- fingió una sonrisa de amabilidad  -- a diferencia de usted, yo no tengo la menor idea de con quién estoy hablando ahora --

esas palabras fueron suficientes para hacer que Katerina confirmara su odio hacia ella.
había escuchado hablar de Helena desde cuando se casó con Sirius y supo desde entonces que debía tener cuidado de ella porque aunque le habían mencionado que era insignificante y una criada maleducada, no le quitaba el hecho de que era la primera esposa y que era la madre de un principe.

-- definitivamente debes ser tú, no entiendo por qué te comparan con una criada, porque hasta ellas son más educadas que tú. tu impertinencia solo demuestra el nivel tan bajo en el que estás --

-- No he dicho nada malo --

-- lo dejaré pasar, porque no mereces que siquiera me dirija a ti, pero lo dejaré muy claro -- empezó a acercarse a ella y continuó -- Soy Katerina, la esposa oficial del rey y la única mujer para él --

Helena le hizo una seña con la mano a Linn y ésta se marchó de inmediato, Helena volvió a dirigirle la palabra a Katerina.

-- ¿insultarme de esa manera delante de mi hijo le parece educado? mire bien lo que dice, Katerina. mida sus palabras y manténgase alejada de mí --

-- ¡¿cómo te atreves, criada?! ¡¿cómo tienes el valor de darme órdenes?! ¡tu no eres más que una maldita sirvienta ¿cómo puedes compararte conmigo?

-- ¡Helena! mi nombre es Helena, -- le dijo tranquila y con una sonrisa en su rostro -- y le juro que si se mete en mi camino yo haré que jamás olvide mi nombre --

Helena se dió la vuelta y la dejó con la rabia ardiendo. Katerina se dirigió a las habitaciones de Sirius pues cada ciertos días, en especial lo miércoles, debía visitar al rey y pasar la noche con él en busca de darle un principe, pues en su tiempo de casada, no había podido darle un hijo.

Entró por fin a su habitación y lo vio sentado en su escritorio, estaba más perdido en sus pensamientos que en los documentos que miraba y Katerina lo notó al instante porque se acercó a él y él no sintió su presencia.

-- ¿mi rey? --

Sirius levantó su mirada hacia Katerina y le dijo.

-- ¿Katerina? ¿por qué no me llamaste en cuanto entraste? --
-- lo hice, mi señor. no me escuchaste, pero te llamé tres veces --

-- lo siento, Katerina -- le dijo mientras se levantaba del escritorio para quedar frente a ella -- quiero estar solo esta noche --
-- pero, mi señor...--
-- puedes retirarte, Katerina --

Sirius apartó su mirada de ella y caminó hacia la cama.
no la amaba, eso era un hecho. después de enterarse por su madre que Helena le había sido infiel con un hombre de la nobleza, prometió no querer a nadie sobre la tierra. Cordelia le había mostrado cartas supuestamente escritas por Helena, dirigidas a un hombre dónde le decía lo mucho que lo amaba y que no podía esperar a ser libre de él para escapar juntos.

Trono de espinas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora