La Noche De Los Asesinos [Serie Foresthell #1]

20. Gabriela

"En el abrazo de dos
corazones rotos, nace

un amor indestructible."

GABRIELA

Nunca creí que contar la verdad haría qué mi vida fuera mejor. Me imaginé un montón de escenarios en los que todo lo malo podía ocurrir, incluso tenía una pesadilla constante sobre Dylan disparando. Pero nada de eso sucedió.

Ha pasado aproximadamente una semana desde que le conté que fui abusada por los cuatro hermanos Nikov y no ha habido un atisbo de asco en él. No ha vuelto a ser el Dylan qué solía ser, pero tampoco es quien llegó a mí después de esa bomba.

Dylan es atento, cariñoso y sobre todo, mío.

Papá no es el mayor fan de él los últimos días, pero ni siquiera él podría mantenerme lejos de Dylan. Solo le dije que quería recuperarlo como mi guardia personal y aunque es probable que toda la familia sepa que tenemos algo, no dicen nada.

Creo que todos han sabido que terminaríamos juntos de alguna manera.

—Buenos días, hermosa —sonrió y le plantó un gran beso en los labios a Dylan.

Acaba de llegar de pasear a Snow, ya que ambos son madrugadores a diferencia mía. Snow ama a Dylan tanto o más que yo, por lo que se la pasa detrás de él.

—¿Qué haremos hoy? —Le pregunto emocionada.

Los últimos días se la ha pasado haciéndome sorpresas. Según él, está compensando cada día desde que pudimos estar juntos y no lo estuvimos.

Me ha llevado a comer gelato, a comprar ropa y a lugares turísticos, así que estoy emocionada por qué que será hoy.

—¿Te acuerdas de esa fantasía tuya? —levanto una de mis cejas—. La que me contaste cuando me dijiste por qué elegiste esa canción para tu baile de quince años.

—¿La vas a hacer realidad? —me muerdo los labios mientras lo observó.

—Eso, intento, pero si no llegamos en dos horas al avión, perderé la reserva de los lugares.

—¿Qué? —me levanto rápido de la cama—. ¿Es en serio?

—Por supuesto, nunca miento —me tiro sobre él y lo abrazo con toda mi fuerza.

Fue una fantasía tonta de que recrearíamos siete días de romeo santos, pero él se lo tomó en serio.

Lo beso con todas mis fuerzas, agradecida de que no olvide mis sueños aunque ya los creía perdidos.

Dylan me muerde el cuello para que lo suelte y me vaya a alistar. Apenas hago tres maletas, dos mías y una para snow en donde tengo ropa linda y sus juguetes.

—Compraremos su comida allá —Le digo a Dylan con dulzura, qué observa con recelo la maleta.

—Estoy seguro de que ese perro tiene más ropa que yo —me rio y asiento.

—Cumples en unos seis meses, así que mi regalo de cumpleaños será darte un armario completo. Todo será de lujo y harás qué papá crea que he gastado todo mi fideicomiso —Dylan se echa a reír.

—Me conformó con que estés conmigo y me dejes estar dentro de ti todo el día —sonrió y me acerco a besarlo.

Dylan me agarra el culo y me pega a él para profundizar el beso.