11. Domo de nieve.

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Eran por fin vacaciones de navidad, me encantaba la navidad, la nieve, el chocolate caliente, la comida, las ferias de puestos navideños, las películas. Todo de la navidad, me gustaba y me ponía feliz.

Era el único momento de todo el invierno en donde el frio podía volverse cálido gracias a esa festividad.

Estaba en la cocina de Flynn mientras él preparaba galletas con formas de muñecos de nieve.

—¿Me das una galleta?

—Por enésima vez, cuando termine de decorarlas podrás comerte una.

—Pero ya has decorado muchas.

Dije desesperada, pero con un tono cariñoso, Flynn puso los ojos en blanco mientras agitaba los brazos con frustración, mis labios se elevaron cuando agarró una galleta ya decorada y me la metió en la boca.

—A ver si callas un rato.

Le mandé un beso en el aire y él hizo como si lo esquivara mientras seguía decorando muñecos de nieve, menudo maleducado, esquivando mis preciados besos.

—¡Flynn, está nevando otra vez!

Me bajé de la encimera de un salto y fui al ventanal que llevaba al jardín, abrí y al primer paso que di mis pies descalzos se empaparon con la nieve, mis manos y labios se estaban volviendo lilas del frío pero estaba tan concentrada mirando como mi pelo se llenaba de copos de nieve que no me percaté de nada hasta que escuché su grito.

—¡Lili!

Me agarró de la sudadera y me metió para dentro cerrando con pestillo.

—¿Pero tú no te das cuenta del frío que hace?

Refugio mis manos en las suyas para que entraran el calor, un rojo que no era causado por el frio tiñó mis mejillas y cuando él lo notó empezó a sonreír, minutos después me puso una bolsa de agua caliente entre los brazos.

Mientras Flynn terminaba de decorar sus dichosas, pero irritantemente deliciosas galletas yo respondía los comentarios de la reciente actualización de mi cómic, se acercaba el final del cuarto tomo y eso me ponía algo nerviosa.

Escribir los finales de un libro suele ser mi parte favorita, pero a su vez una de las más estresantes, me gustaba que mis lectores disfrutasen del final, sobre todo de los míos que siempre terminaban con una pregunta que daba pie a toda la trama del siguiente tomo.

"Azul dijo que se acerca el final ¿Cuál creéis que será la pregunta final?'"

"Yo creo que Adam perderá la guía y Jina estallará como un mono con la rabia."

No tenía pensado algo así, pero apunté mentalmente esa idea en mi cabeza para cuando me tocase pasar a limpio el guion de los siguientes capítulos.

"Por favor, Azul, junta de una vez a Charlotte y Chris"

Sonreí por el afán de mis lectores a la hora de juntar a la única pareja secundaria que tenía mi cómic, quería hacerles sufrir un poco más.

—Bueno, esto ya está ¿Quieres ir a mirar la feria de navidad?

Apagué el teléfono, guardándolo en el bolsillo trasero de mis tejanos mientras corríamos hacía el recibidor para rápido ponernos las chaquetas, gorros, bufandas y guantes.

Cuando parecíamos un armario de ropa de invierno andante salimos a la calle.

—Eres la primera persona que conozco que le gusta tanto la navidad.

—Y tú eres la primera persona que conozco que la navidad no le entusiasma nada, señor Grinch.

—Lili, posa.

Inefable Libro uno (concluida)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora