Otro evento más

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Gastó alrededor de cien mil wones para la fiesta. Rentó un DJ famoso, bocinas, compró bebidas alcohólicas, frituras, decoró el lugar. Todo estaba listo para las siete en punto. La dinámica de los invitados fue diferente. Ellos decidieron crear una cuenta de Instagram, seguir a las personas y los que devolvieran follow back serían los que asistirían. En total su página ya tenía más de quinientos seguidores. El lugar era muy grande. Consistía de un edificio de colores vintage con dos pisos de gran ampliación. Con piso de mármol, así como las escaleras. Las habitaciones eran inmensas, algunas tenían camas; otras tan solo estaban vacías o contenían algunas mesas o sofás y una habitación era una sala de videojuegos. El lugar tenía un jardín grande con alberca de 1.50 metros de profundidad y bancas de estar. Doyoung decidió no invitar a Taeyong, como lo habían hecho con él. Invitó a media universidad, menos a él.

—Ya está listo todo, ¿verdad Jungwoo?

—En teoría sí —dijo alegremente —. Solo esperar a que sean las siete. ¡Todos se morirán de envidia al ver el lugar! Te la rifaste, amigo.

—Supongo que nadie llega puntual.

—No —hizo un ademán —. Les dices a las siete; llegan a las ocho o hasta más tarde. No te preocupes.

Se llegaron las siete. Comenzaron a llegar en grupo. Saludaban a Doyoung y a Jungwoo e iban a ver el lugar. Se quedaban sorprendidos de lo hermoso que era. No habían estado en una casa así. Si tan solo supieran que si los padres de Doyoung lo hubieran dejado hacer la fiesta en su casa, este lugar de ahora no le llegaría ni a los talones en comparación de su casa de tres pisos. Una casa tan llena de lujos, pero solitaria a la vez.

El ambiente cambió con las horas. Doyoung por fin estaba disfrutando algo de su vida universitaria. Aunque fuese una persona introvertida, ahora se desconocía con la compañía de su amigo Jungwoo y algunos cuantos compañeros. Aprendió a jugar juegos de acción, a probar sus habilidades de basketball, a bailar al ritmo del Just Dance. Le apasionaba cantar también, pero no era perfecto en eso como lo era académicamente; aún así no le importaba, se estaba diviertiendo. Por otro lado a la fiesta llegaba un pelirrojo acompañado de su mejor amigo de la universidad.

—¡Este lugar sí que está de locos! —dio un brinco emocionado — La música se escucha desde afuera. ¡Ya hay que entrar!  —Haechan lo animó.

—Supongo que sí. ¿Seguro que no dirán nada si no fui invitado?

—Fácil hay como quinientas personas. ¡Doyoung ni se dará cuenta! Así que tranquilo.

Taeyong asintió y entraron al lugar. La fiesta de Doyoung había rebasado a la de Taeyong por mucho y el pelirrojo lo sabía. Dudaba de ir ahí, pero su amigo lo persuadió y ya estaban dentro. Al ver el ambiente le dieron ganas de salir corriendo, no le gustaban los lugares tan llenos. Decidieron ir al jardín y había muchas personas en la alberca, pero estaba más calmado. Agarraron un poco de ponche. Estaba hablando bien con su amigo Haechan hasta que este desapareció dejándolo solo. Taeyong fue a buscarlo dentro de la casa porque no quería estar solo. La música era tan fuerte, las luces apagadas con solo luces neón encendidas muy apenas dejaban ver los rostros de las personas. De repente chocó con alguien.

—¡Lo siento! —no miró su rostro.

—¡¿Taeyong?! —reconoció la voz

—Doyoung —una luz verde neón pasó por la cara del pelinegro haciéndole ver de quien se trataba. Taeyong se quedó un poco congelado. Seguro lo correría. Creía él.

—¿Qué haces aquí?

Como no le gritó, Taeyong no pudo descifrar lo que le dijo y respondió con un "¡¿Qué?!". Doyoung lo tomó del brazo llevándolo al piso de arriba, entraron a la última habitación del pasillo. Era una sin muebles. Al entrar Doyoung cerró la puerta con fuerza.

—¿Qué haces aquí? No te invité —se cruzó de brazos.

Taeyong aunque estaba nervioso, decidió mantener una postura firme y hablar defensivo.

—Por lo visto quisiste hacer una fiesta, porque yo hice una y no te invité.

Bufó —Piensa lo que quieras. Pero no es así. Tan solo se me antojo hacer una porque puedo. ¿Ya viste el lugar? Será la mejor fiesta del año, nadie me va a rebasar —se encogió de hombros.

—Que infantil eres —ladeó su cabeza —. Compitiendo por quien hace la mejor fiesta. Eso mejor dejáselo a los niños que compiten entre ellos por cualquier cosa.

—Yo solo quiero mantener mi reputación en la universidad. ¡Por tu culpa mi currículum cambió!

—¡Y volvamos con eso! —el ambiente comenzó a tensarse —Recuerda que el que decidió mentir... fuiste tú —lo empujó con su dedo índice levemente —. Yo solo llegué a estudiar. Tú te metiste en todo.

—Fuiste tú el que me habló —refutó —. Fuiste tú el que me dio dinero. Yo no estaba interesado.

—Acepto que no comenzamos con el pie derecho. Pero quería solo que nos lleváramos bien.

—Pues yo no —dijo fríamente —. No me interesa hacer amigos con personas que me irritan. Y tú me irritaste desde el primer día en que te conocí.

Nada que Taeyong no haya escuchado antes, pero que eso saliera de la boca de Doyoung le dolió un poco más. No sabía el por qué. Su corazón en ese momento se hizo pequeño y prefería escapar de esa habitación a quedarse ahí a escuchar más insultos.

—Así no conseguirás amigos de verdad. ¿Seguro que Jungwoo es tu amigo? ¿O solo te considera amigo por tu dinero? —los ojos de Taeyong se cruzaron intensamente con los de Doyoung —Aunque tengas dinero y buena apariencia; estoy seguro que por dentro te sientes como una mierda.

—Eres un hijo de...

Lo interrumpió —¡Dime lo que quieras que no me importa!

Taeyong fue a la puerta para salir, pero está no abría. La chapa de esa puerta no estaba en mantenimiento; si se cerraba fuerte esta se trababa. Intentó abrirla muchas veces.

—¿Qué sucede? —preguntó Doyoung.

—¡La maldita puerta no abre! —Taeyong comenzó a intentar más fuerte, pero esta simplemente no abría. Se estaba frustrando.

Doyoung fue a la puerta, quitó a Taeyong para intentar abrirla, pero tampoco pudo.

—¿Y está habitación siquiera tiene luz?

Taeyong comenzó a explorar la habitación, la única luz que había era la de la luna y luces de la casa por fuera. Se topó con una bombilla de techo. Intentó moverla y prendió. El cuarto al menos ya estaba más iluminado.

—¡No abre esto! —Doyoung gritó mientras la golpeaba con su cuerpo.

—¡Es tú culpa por cerrarla! Empujala. Tumba la puerta.

Taeyong fue a ayudarle. Ambos intentaban, pero no pudieron. Decidieron rendirse.

—¿No traes tu celular? —preguntó Taeyong —Que tu iPhone Pro Max sirva de algo.

Cerró los ojos frustrado —Se le acabó la batería. Mi cargador está en mi mochila que esta abajo.

—Yo no tengo datos móviles.

Doyoung se dejó resbalar por la puerta. Taeyong fue a sentarse algo lejos de Doyoung, pero frente a él.

¿Me tengo que quedar aquí con él? Que estrés.

Doyoung pensó y pasó las manos por su cabello.

—¿Y nos quedaremos aquí hasta que alguien venga a rescatarnos o qué?  —preguntó el pelirrojo.

—Parece que sí.

—Me voy a aburrir —se dejó caer en el piso. Estaba en la posición de yoga "el muerto".

Para Taeyong no era tan malo quedarse con Doyoung. Sí, no lo soportaba. Pero tampoco le repugnaba la idea.

Rivals | DoTae | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora