El cambio

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Era de noche fría y tormentosa, en el castillo del emperador belos, todos los guardias y exploradores estan ocupados en sus deberes, acompañados por sus taliamigos tratando de acabarlos lo más rápido posible, para poder ir a descansar después de un día agotador.

En uno de los laboratorios del sótano del castillo se encontraba el emperador sin su máscara, sentado en una silla frente a un escritorio, viendo un libró forrado de piel de algun animal antiguo.

-ya es alto tarde creo que solo voy a leer un poco más e iré a descansar - comento belos en voz baja mientras se ponía una de sus manos en la nuca.

En ese instante ese ambiente silencio fue interrumpió por unas pequeños pasos que se hiban acercando cada vez más.

-Tío...sabia que te encontraría aqui- dijo un pequeño de piel pálida que se aserco a el, hablazandolo por otras, mientras se paraba de puntillas para poder color su cabeza en el hombro de belos.

-Mi pequeño hunter ¿que haces aun despierto tendrias que estar dormido?- comento el mayor podiendose de pie y cargando de inmediato a hunter mientras salía con el del laboratorio y comenzaba a caminar por un lago pasillo.

-prometiste, que me contarias una historia, tio- bufo enfadado antes de mirar al contrario directo a los ojos.

-Disculpa mi pequeño... no era mi intención olvidar la primesa- abrazo más fuerte al pequeño que se encontraba aun en sus brazos, le sonrió y depositando en su mejilla de hunter un tierno beso.

Llegaron a la habitación del pequeño y coloco suabente en su cama, acto siguiente lo cobijo y se sentó a su lado.

-¿Bueno que historia quieres que te cuente, pequeñín?- pregunto el mayor, haciendo que hunter sonriera alegremente.

El emperador le contó la historia a su pequeño sobrino y al poco rato se quedó dormido, el emperador se puso de pie y salió de la habitación.

-creo que seguire leyendo un poco mas- pensó el emperador dirigiéndose nuevamente al laboratorio.

Ya en el laboratorio retomo su lectura, el emperador sentado frente a ese extraño libro, mientras el leía, un extraño humo se podia ver a los pies del emperador.

Al siguiente día belos se encontraba nuevamente sin su mascara en el comedor privado esperando a su sobrino para desayunar.

-Pequeñín nuevamente llegas tarde- comento balos mientras veía a su pequeño sobrino sentarse a su lado.

-Desculpa tio, me quedé dormido- comenso a comer mientras su tío lo observo.

-Hunter, quiero seas un guardia- comento mientras seguía observando a su sobrino seriamente

-enserió tio, no creo tener la edad suficiente para ser un guardia- dudada de su capacidad para ser guardia ya que no a tenido el entrenamiento indicado, ya que no se exigía como a los demás y tenía varias privilegios por ser el sobrino del emperador.

-No te estoy preguntando si quieres ser guardia- molestó dijo belos por la respuesta de su sobrino.
Hunter miro a su tío que en ese momento pudo notar como sus ojos cambiaron de color y su rostro se deformo por algunos segundos cosa que al pequeño atemorizo ya que jamás abia pasado eso.

El mayor se levantó de su asiento y se dirigió hacia hunter, colocándose detrás de él y colocando con fuerza sus manos en sus hombros y hacercandose a su oído.

-Escucha mocoso, es hora que sirvas al emperdor- susurró al mismo tiempo que apretaba más fuertemente con sus manos los hombros de su sobrino.

Acto siguiente se alejo de el y tomó nuevamente asiento y comenso a comer.

guardias de la islaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora