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Washington D.C., Estados Unidos

20 de enero del 2025, 3:10 pm

Al terminar de su misión en Rumanía, el equipo regreso rápidamente hacia su cuartel general, "El refugio" para informar sobre el progreso de la misma.

El director Mackenzie se reunió con Soobin para dar informes, mientras los demás miembros llevaron el maletín para que analizarán el contenido del mismo.

Por su parte, Kai y Taehyun fueron directamente a los dormitorios para descansar un rato, se habían levantado mucho más temprano que los demás debido a que habían tenido su "chequeo" mensual, Beomgyu se encontraba indeciso por que hacer, aún tenía mucha energía y quería aprovecharla al máximo, Yeonjun por su parte quería ir a entrenar y después tomar una ducha.

El de las alas decidió primero ir al comedor para tomar un refrigerio y seguir haciendo diversas actividades, pero primero paso a dejar su espada a su dormitorio asignado.

Al cabo de casi una hora, el joven agente había acabado con su porción correspondiente y fue a buscar a su mayor.

Aunque era un agente, debía de asumir que también era un joven saludable y apasionado, al menos en su caso, y siempre deseo experimentar más cosas mundanas como lo era el amor y otras cosas más.

Su compañero y amigo, Yeonjun o Daniel, lo había flechado desde la primera vez que lo vio, con esa apariencia ruda y fría, todo lo contrario a él. Él mismo de describiría como alguien alegre y bromista, que hizo un poco de contraste con el mayor, sin embargo, ambos se llevaron bien el instante.

No solo tenía sentimientos más allá de la amistad por su mayor, sino también deseos carnales hacia el mismo. Y es que, cada vez que veía al azabache levantar pesas o hacer flexiones, su cuerpo reaccionaba ante la vista.

No iba a negarlo y tampoco lo iba a detener, era inevitable no sentir eso ante aquel apuesto hombre.

Y a pesar de sus deseos, se mantuvo al margen para evitar incomodidades entre el equipo y guardar sus fantasías para las noches, donde podía saciar un poco sus necesidades.

No fue hasta hace unos meses que decidió actuar, ya que notó que, durante los entrenamientos, el mayor se fijaba en su pequeña cintura y su formado trasero.

Tal vez su mayor aún no desarrollaba sentimientos por él, pero si lo deseaba y lo había comprobado muchas veces al notar la mirada del azabache.

Así que, durante los entrenamientos individuales de Daniel, decidió actuar.

El ángel fue a las 9 de la noche al dormitorio de su compañero, en donde siempre entrenaba un poco su cuerpo para poder dormir.

Al obtener el permiso de entrar, el menor se quedó mirando mientras los duros abdominales se flexionaban cuando el más alto se ejercitaba, y fue ahí que decidió actuar, ya no podía contener más sus deseos.

El de pelo largo detuvo a Daniel de sus ejercicios, este lo miró desconcertado un par de segundos, pero se sorprendió cuando su lindo compañero de equipo se subió a su regazo, dejando su bien formado trasero justo en su entrepierna y sus manos en sus pectorales.

Daniel, por reflejo, llevó sus manos hacia el duro y formado trasero de su menor, mientras su mirada reflejaba sorpresa y deseo al mismo tiempo.

El menor le dedicó una sonrisa coqueta antes de unir sus labios en un beso apasionado.

Yeonjun mentiría si dijera que le es indiferente el joven Ben, porque la verdad es que sentía más que amistad por el joven agente, pero dadas las estrictas reglas de S.H.I.E.L.D, estos no podían tener ningún tipo de relación que no fuera las amistad y compañerismo.

Y el de cabellos largos se lo ponía aún más difícil. Ben era hermoso en toda la extensión de la palabra, y su cuerpo no era inmune a ello, sumándole que el joven era provocativo cuando entrenaban juntos, siempre se posicionaba frente a él y hacia sentadillas dándole la espalda, donde podía visualizar el lindo trasero de este.

Así que, cuando el menor unió sus labios, Daniel no pudo hacer más que corresponder con hambre aquel beso y seguir sus instintos hasta donde quisieran.

De no ser por aquella alarma, en donde todos los agentes debían de estar presentes, lo más seguro es que tanto Daniel como Ben hubiesen terminado enredados desnudos en las sábanas de la cama del mayor.

Lastimosamente, no se volvió a dar otra oportunidad como aquella de saciar sus deseos. Sin embargo, ambos agentes se besaban y tocaban constantemente a escondidas de todos los ojos, y es que, para Daniel eso era pan comido, ya que manipulaba la tecnología a su antojo, una habilidad que había descubierto recientemente.

Los encuentros con Ben cada vez eran más intensos, la última vez terminaron con Ben desnudo y él arrodillado detrás de él con su lengua dentro del más bajo.

Sin duda, podría decir que había desarrollado sentimientos por su compañero, pero no podría demostrarlo enfrente de las personas. Y eso, solo paso en un par de meses.

Aquel día, Daniel tenía planeado pasar un tiempo en la sala de entrenamiento de la instalación, después, iría a tomar un baño, luego iría por algo de comer y finalmente se iría a dormir. Pero sabía que sus planes se verían alterados por cierto joven inquieto.

A decir verdad, Daniel no sabía cuales eran los planes de Ben para la extraña relación que tenían, mayormente se trataban de besos y toques subidos de tono. De igual forma, el menor era muy bromista y puede que solo se tratase de una simple calentura o curiosidad del de pelo largo.

El tiempo paso y Daniel realizó todo lo que tenía planeado para lo que restaba del día, los menores del equipo se quedaron completamente agotados y se durmieron lo que restaba del día, el más alto de ellos había salido de la reunión con su jefe y después se fue con el equipo que examinaba dicho maletín que habían confiscado a HYDRA, y el de alas no se había presentado a molestar a cualquiera de ellos.

Algo bastante extraño en el de pelo largo.

El mutante no le dio tanta importancia, ya eran las 8 de la noche y mañana por la mañana debía de presentarse para su chequeo sino se les presentaba nada. Retiró toda la ropa que se había puesto después de tomarse aquella ducha y estaba dispuesto a entrar a la cama y tomar su correspondiente descanso, pero no conto con que unas delgadas y largas manos cubrieron su marcado abdomen justo antes de retirarse sus boxers.

El mayor no hizo nada y solo se volteo para encontrarse con el lindo y sonriente rostro del más bajo. Tenía una expresión pícara, lo que le indicaba que venía a jugar con sus hormonas.

Sin dejarlo decir alguna queja, Ben se paro de puntillas y unió sus labios en un lento y apasionado beso que expresaba mucho, y el mayor solo le siguió la corriente para alzarlo un poco y depositarlo sobre sus pies, para que fuera un poco más cómodo el beso entre ambos compañeros.

Daniel había descubierto que al travieso Ben le encantaba tocar su cuerpo, pasar sus delgados y largos dedos por sobre todas su piel y músculos. Bromeando le había comentado que si tanto le gustaban sus músculos, él debería de hacer mucho más ejercicio, Ben, juguetonamente le había dicho que le gustaba más tocar los suyos que tener los propios.

Y vaya que le gustaban.

Tan sumido estaba en el beso y en sus pensamientos, que se tardo en dar cuenta que una de las manos del más bajo se había colado por debajo de aquel bóxer negro que aun portaba, tomando su pene semi erecto y empezaba a jugar con él.

Ben se despego del beso y lo miró fijamente.

-Tu pene es muy grande Daniel.- susurró en su oído mientras seguía jugando con su miembro.- Eso me excita mucho.

Daniel no tuvo oportunidad para hablar porque nuevamente esos pecaminosos labios rosados tomaron posesión de los suyos. Sin quedarse atrás, el mayor de los dos tomó el trasero del más bajo entre sus enormes manos y empezó a amasar.

El menor gimió sobre el beso y seguía estimulando si miembro, endureciéndolo de a poco. Ambos disfrutaban del contacto entre ellos, tanto que no se dieron cuenta hasta que la puerta estaba siendo tocada con fuerza.

Ese preciso momento, ambos se separaron y se vieron con pánico.

-¿Chicos? ¿Está todo bien ahí dentro? Sus mentes están un tanto agitadas. 

S.H.I.E.L.D. (TXT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora