Prologo: La noche misteriosa

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Es una noche fría casi en cero o inferior. Mi mejor amigo Steven y yo estamos caminando a una fiesta que nuestro curso planeó para éste sábado en la noche.

-Steven ¿Estas seguro de que es por aquí?-Le pregunto.

-Pues claro. Ya veras que seremos los primeros en llegar-Me asegura muy confiado.

Luego de unos minutos terminamos en un callejón oscuro. Me giro sobre mis talones y veo a mi amigo rascándose la nuca mostrando su pena. Veo los ojos marrones de mi amigo, su pelo es castaño oscuro, tiene la piel pálida, el maldito afirma no coger casi sol y mide un metro sesenta.

-Haz caso a tu amigo Jhonn-Digo repitiendo las palabras de Steven antes de salir de casa-Steven recuerda me nunca hacerte caso otra vez-Le pido.

-Pero si te lo recuerdo me harás caso-Se burla de mi. Él se acerca a una puerta y la señala-Mira Jhonn. Aquí es-Me dice.

-Steven sé que mi ingles es pésimo pero ahí dice "Nightclub Full Moon" y eso es "Club Nocturno Luna Llena" y buscamos el "Nightclub New Moon"-Le digo. Tal vez mi ingles es pésimo pero el de Steven es terrible.

-Full, New, es lo mismo ¿No?dice antes de ponerse frente a la puerta-Vamos que es aquí.

Steven abre la puerta y me encuentro raro que todo este tan oscuro. Caminamos un poco y me marea el hedor a putrefacto y el hedor a sangre. Lo siguiente te que veo es un grupo de personas devorando a otras, sangre en todas partes y cadáveres.

-Tal vez sean una secta de caníbales-Le susurro a Steven-Vamos a retroceder lentamente.

Vamos caminando lentamente sin hacer ruido hasta que Steven resbaló con un charco de sangre. El ruido es casi insignificante pero luego escucho un gruñido y me di cuenta que lo escucharon. Lo ayudo a ponerse de pie de un jalón y nos echamos a correr hasta la salida.

Es muy tarde, no hay nadie en la calle y cuando giro la cabeza me doy cuenta de varias cosas. Uno: Hay catorce psicópatas. Dos: Todos están pálidos y sus bocas y ropas desgarrasdas y manchadas de sangre. Tres: Sus ojos son muy oscuros aunque puedo ver el color original.

Regreso mi atención a la calle y recuerdo que metí unas tijeras largas y filosas en mis bolsillos por error. La saco y comienzo a forzarlas para dividirlas en dos partes.

-Steven todo esto es tu culpa-Le digo enojado-Si no hubiera dicho que sabias donde era la fiesta, luego entramos a ese maldito lugar y por último te caíste por no fijarte por donde ibas y nos persiguen esos locos-Le digo.

-No es mi culpa que esos psicópatas se hagan pasar por zombies-Me responde asustado.

-Tines razón no hay culpables. Pero no me voy a dejar comer sin llevarme a uno de ellos conmigo por lo menos-Le digo. Como están las cosas estoy por pensar que si son zombie. El gobierno americano siempre anda buscando la forma de crear algo que haga a sus tropas omnipotentes o algo por el estilo ¿Y que mejor que un cazador, caníbal, que no sufre dolor o agotamiento y es casi inmortal?-Fue un gusto tener de amigo Steven-Le digo por si acaso.

-Digo lo mismo-Me responde corriendo.

Lanzo la parte derecha de la tijera al aire y la agarro de la punta cuando baja. Me pongo de espaldas y corro de espalda mientras fijo un blanco. Lanzo la parte de la tijera y se clava en el medio de la frente de un psicópata de esos. Me giro y recupero el terreno perdido.

-Hay uno menos-Le digo a Steven apretando los dientes.

No seguimos hablando hasta que llegamos a un parque. No veo más psicópatas por los alrededores. Ambos comenzamos a recuperar el aliento.

The Extreme ZombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora