Capítulo #0

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Puede ser un poco repentino, pero voy a hacerte una pregunta. ¿Somos los humanos libres? Tal vez debería reformularla. ¿Existe algún humano completamente libre?

Tengo un pensamiento recurrente últimamente, me imagino dentro de una caja, en el cuerpo de un pequeño pájaro. Sin embargo, al tratar de volar pareciera que todos mis esfuerzos son en vano. Observo con cierta tristeza mis alas, maldiciendo mi propia incapacidad de tomar un impulso y alejarme de aquí. Mirando a mi alrededor me percato de un rastro de plumas que conducen al borde de la caja, entonces camino con un ligero atisbo de esperanza hasta lo que parece ser un pequeño agujero. Hace tiempo que mi pico no sirve para piar, pero puedo utilizarlo para agrandar el agujero, lentamente, muy lentamente. Sin pensar en nada importante, y aprovechando tal oportunidad, caigo en otra caja diferente.

— *DING

Un sonido novedoso interrumpe mi paz mental, sin embargo no estoy molesto, me alegro de poder escuchar algo nuevo. Me levanto de mi cama y recorro la habitación que se me fue asignada en esta escuela hasta llegar al origen del sonido.

— Qué quieres.

Sorprendentemente, esa frase no es mía. Al abrir la puerta recibí ese saludo tan desagradable de una chica de pelo negro y largo. 

— Creo que eso debería decirlo yo...

Deseando que todo esto haya sido un malentendido, espero su respuesta con una expresión indiferente.

— ¿Por qué hiciste eso el otro día?

Oh, debe referirse al pequeño contratiempo con su hermano. Resulta que hay personas realmente interesantes aquí, en los pocos días que llevo ya he conocido figuras muy diferentes a mí o a las personas de la sala blanca. 

— Simplemente pasaba por allí y te ayudé.

— Nunca te he pedido ayuda y no esperes tener una relación de amistad ni nada parecido conmigo.

Esta chica es realmente molesta, pero su inteligencia podría servirme. En lo poco que he tenido contacto con ella, he notado que su mayor debilidad es estar frente a su hermano, la actitud que tuvo fue completamente diferente a la que mantiene ahora.

— No busco ninguna compensación, está bien para mí si no quieres tener relación alguna conmigo.

— Me alegro de que lo entiendas.

Dice mientras voltea y se marcha. ¿En serio ha venido caminando hasta mi habitación y ha tocado mi timbre únicamente para decirme eso?

Sin nada más que añadir, cierro mi puerta y vuelvo a sumergirme en mis pensamientos.

¿De verdad esto fue tan fácil? Definitivamente vendrán a buscarme en algún momento, y no dudarán en utilizar cualquier medio. Debo mantener mis sentidos alerta ante cualquier amenaza, también utilizaré cualquier medio para probar la libertad.

Tras unos minutos, salgo de mi habitación para dirigirme a la clase que se me ha sido asignada. Hoy por la tarde comprobaré una de mis inquietudes respecto al sistema de puntos que actúa como dinero en esta escuela. También he observado durante mi tiempo libre de ayer, que básicamente fue toda la tarde, alumnos de cursos superiores y su comportamiento en la zonas públicas de esta escuela, surgiendo en mí varias dudas. Dejando de lado esto, me apresuro a entrar por la puerta del aula y tomo asiento.

Durante toda la clase, he notado varias miradas por parte de la profesora. Es extraño, no debería destacar desde la última fila, y menos cuando hay otros estudiantes utilizando sus teléfonos o leyendo libros en medio de la clase. Mi mente comienza a divagar entre muchas explicaciones, pero hay una que no me deja tranquilo, ¿tal vez ya estén aquí? Dudo que se atrevan a intentar capturarme en medio de una clase con tantos alumnos. ¿Tal vez ellos sean cómplices también?

Nueva vida | Ayanokoji KiyotakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora