🪻Capítulo 3🪻

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—...

Me quedé sin palabras.

—Lo que pasó con tu madre fue autoinfligido. Ya no quiero ni recordar lo que pasó. Por favor, paremos, no tiene nada de bueno continuar hablando sobre ella...

Su respuesta estuvo llena de sinceridad pura, sin una sola mentira.

—Vete.

—¿... Edith?

El rostro de Roderick se llenó de desconcierto.

—Vete y nunca vuelvas —dije con una voz sorprendentemente fría y escalofriante.

—¡Espera un minuto, Edith! —exclamó apresuradamente Roderick y extendió su mano.

—¿Por qué insistes? Soy la hija de la mujer a la que odiabas.

La mano de Roderick se detuvo como si hubiera sido bloqueada por un muro invisible.

—¿Qué quieres decir con eso? ¡Eres mi hija!

Un grito ensordecedor brotó de la boca de Roderick, así que levanté las manos y cubrí mis oídos.

—Oh, Edith...

Roderick se cubrió la boca con una mirada visiblemente avergonzada.

—Lo siento... No quise asustarte...

Roderick se siente culpable por mí. Hasta hace poco no sabía sobre mi existencia, y desde su punto de vista, crecí en un pobre entorno. Entonces, quiere compensarme tanto como pueda el amor y demás cosas que no pudo darme.

Sin embargo, no siente remordimiento por lo que le pasó a Mariette.

De repente, un fragmento de la novela original pasó por mi mente.


[ La joven Mariette se acercó primero a Roderick, quien lloraba mientras recordaba a su padre siendo arrastrado frente a él.

Incluso cuando Roderick se negaba a responder, la niña le tendió la mano una y otra vez.

De esa forma pasaron dos estaciones, y cuando llegó el invierno, por alguna razón, Roderick tomó la mano de Mariette.

Cuando las estaciones volvieron a pasar y brotaron los capullos de primavera, Roderick finalmente pudo esbozar una sonrisa tan brillante como el sol.

Al mirar el rostro sonriente de Roderick, Mariette no mostró ninguna emoción, pero su corazón estuvo lleno de alegría.

La chica, que quería liberar al chico que lo había perdido todo, le dio su corazón y sinceridad.

Un corazón lleno de ternura y cariño que nadie consiguió fácilmente. ]


Sin embargo, Roderick le notificó a Mariette, quien lo amaba, que anularía el compromiso porque amaba a otra mujer.

El comportamiento de Mariette, que sufrió la agonía y amargura de las heridas causadas por la traición, fue tomado por Roderick como acciones impulsadas por los celos y su actitud cruel. Incluso golpeó la mano que lo salvó y finalmente acabó con su benefactor y familia.

Pero, el arrepentimiento de todo lo que hizo en el pasado no formaba parte de la culpa que sentía hacia mí.

—Edith... Por favor, ¿por qué haces esto...?

Roderick se arrodilló y me miró con lágrimas deslizándose por sus mejillas.

Cuando lo vi por primera vez, se veía tan hermoso como los pétalos de una flor de cerezo revoloteando en el amplio cielo azul, y tan virtuoso como si fuera una existencia pura. Sin embargo, solo es una persona terriblemente egocéntrica.

Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora