Parte única

248 35 9
                                    

En otra vida3,800 palabras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En otra vida
3,800 palabras.

¿Alguna vez se han preguntado qué hay después de la muerte?¿De ese túnel blanco que dicen que cruzamos cuando morimos? Yo si, siempre fui creyente de la vida después de la muerte, de la reencarnación, de que esos intensos deja vu eran recuerdos de nuestra vida pasada, todo ese tema me fascinaba, al igual que el mito del hilo rojo y las almas gemelas. Un mito japonés dice que todos tenemos un hilo rojo atado al dedo meñique, el cual nos tiene atado a la persona con la cual estamos destinados a estar, el hilo se puede estirar, enredar, tensar, encogerse, incluso darle la vuelta al mundo pero este nunca se romperá y es ahí donde entran las almas gemelas, ¿Las almas gemelas no se supone que es la persona con la cual estas destinada a estar? ¿Esa persona con la que te encontrarás siempre, sea donde sea, la vida que sea? Pienso que la leyenda del hilo rojo y las almas están conectadas, se estarán preguntando ¿qué tiene que ver esto con las vidas pasadas? fácil, creo que ese hilo rojo es tan fuerte que incluso, después que mueres, sigues atada al meñique de esa persona, de tu alma gemela.

Por eso, cuando Jeongin y yo morimos en aquel accidente, no me preocupe, porque sabía que ese hilo iba a estar atado a mi hermoso chico, a mi Jeongin. Antes de morir nos juramos buscarnos, de reencontrarnos y por esa misma razón, me encontraba deambulando por las calles de Ámsterdam, pensando si él me estaría buscando, si logro recordarme, le ruego a quien sea que esté en el cielo que sea así. He ido días tras día por estas calles, esperando que alguien se me acerque y me diga que era él, aunque seamos sinceros, eso no iba a suceder, ¿o si?

Era el día número 47 en el que paseaba por estas calles y aunque me duela admitir, estaba perdiendo la esperanza.

—Perdón —Exprese al chocar con alguien, siempre me pasaba lo mismo por andar en las nubes, típico de Changbin. La persona con la cual choque no dijo nada, solo me miraba fijamente, el chico iba con unos audífonos.

—No pasa nada —Respondió al cabo de unos minutos. Esa voz, esa voz se me hacia muy conocida.

—¿Nos conocemos? —Cuestione, el me miro de arriba abajo examinando cada centímetro de mi rostro y me sonrió.

Y solo ahí, en ese instante, supe que era él y pequeños recuerdos recuerdos inundaron mis pensamientos, me sentía estúpido, claro que lo conozco, claro que conozco ese hermoso pelo ondulado, esa hermosa sonrisa y ese hermoso aroma, nunca en mi vida había hecho una pregunta tan inocua. Lo mire y le dedique una dulce sonrisa, quería abrazarlo, quería abrazarlo y llenarlo de besos, hacerle saber que lo busque por 47 días, sin descanso alguno, quería hacerle saber que lo amo mucho, pero no estaba seguro si el estaría cómodo, nunca fue fan del contacto físico pero todos esas dudas se esfumaron cuando tomo mi mano y me atrajo a el para unirnos en un cálido abrazo.

—Binnie —susurro en mi oído provocando que una corriente eléctrica recorriera todo mi cuerpo. Dios su voz, su hermosa y dulce voz, la extrañe tanto que duele.

En otra vida; Jeonbin (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora