—Arcano, el Rey Espíritu de la Oscuridad, no ama la vida. Solo es un insecto que perturba la mente de los demás, entonces, ¿por qué debemos respetarlo?
—Puede que existan seres a los que aprecie y ame, pero no seremos nosotros, los humanos.
—Creo que una sabia elección es que los elementalistas oscuros no utilicen sus habilidades que les han sido otorgadas, incluso si eso significa sellar sus poderes innatos... Es mejor que sean piezas de ajedrez.
—Vete a la mierda con ese juramento. Solo me ayudaste para satisfacer tu curiosidad personal. ¡Creo que esto es la prueba más evidente de tu hipótesis sobre que el Rey Espíritu de la Oscuridad es el mal más terrible que desea exterminar a todos los humanos! —exclamó Ryat—. ¿Cómo puedo no ser hostil contigo? Puede que seas diferente de los otros e incluso puede que me ayudaras, pero no lo hiciste por voluntad propia, ¿verdad? Fue simplemente una acción iniciada por desprecio y un poco de curiosidad...
—Oh, perdona. ¿Podrías dejar de ladrar como un perro?
—¿...?
Ryat levantó la cabeza con cara de sorpresa.
—No creí que pensaras eso. Para ser sincera... no me gustan los espíritus oscuros, pero no odio a los elementalistas que nacen con atributos de la oscuridad —añadió Mariette—. Más bien, al contrario...
—Qué.
—Creo que eres lamentable.
Ryat trató de mover sus petrificados labios, pero no pudo decir nada porque su corazón parecía haberse detenido.
—Solo hay una razón por la que odio a los espíritus oscuros. Ahora, mira esto —continuó diciendo Mariette con voz tranquila, luego señaló la mano ennegrecida de Ryat—. Es repugnante jugar con los humanos que ha bendecido, infligiéndoles dolor de esta manera.
La niña, que siempre se mostró fría, tranquila y racional, por un momento mostró un enojo sincero.
—Es extremadamente bajo y vil.
Ryat miró sin comprender a Mariette.
El eco de los gritos, el ruido de las paredes derrumbándose, la batalla entre Náyad y Forten...
«¿Por qué...? No me agrada.»
En el momento en que Mariette dejó de hablar, todo el alboroto se calmó hasta que el lugar estuvo en completo silencio... Parecía como si ella y Ryat estuvieran aislados en medio de una vasta extensión de mar.
—Sería una larga conversación, pero para resumirla en pocas palabras, nunca te he odiado ni desprecio a tu país. ¿Qué hubiera hecho yo para poder vivir en esa tierra tan árida? Me habría aferrado al Rey Espíritu de la Oscuridad o lo que sea.
Mariette sacudió el dobladillo de su vestido y se levantó del suelo.
—En algunos aspectos no entiendo la elección de tus antepasados, que se atrevieron a establecerse en esa tierra. Aun así... ustedes que deben pagar el precio del pasado... yo...
Justo a tiempo, Náyad acabó con Forten.
Mariette, que contemplaba la escena, le tendió la mano al aturdido Ryat.
—No volveré a preguntar por esa mano si no quieres decirme, así que no sigas siendo hostil.
—¿Por qué...? —preguntó Ryat, mordiéndose los labios resecos—. ¿Por qué haces esto...?
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Nacida como la hija oculta del protagonista masculino y la villana
RandomUn día, el protagonista masculino de la novela apareció y se arrodilló. Me quedé boquiabierta y asombrada, pero repentinamente el protagonista me miró con sus hermosos ojos y habló. -... Eres la hija de Mariette. *Pok* Al escuchar ese nombre, dejé c...