Estábamos los dos juntos afuera de nuestras habitaciones, en el balcón que se encuentra al final del pasadiso del segundo piso.
Era algo tarde, el sol ya se estaba ocultando, no sé como pude planear esto de esta forma, pero ahora estoy bastante seguro que lo haría así otra vez.
Allí estaba ella, era tan hermosa, sus ojos brillaban como el azul de los mares. No me di cuenta, pero creo que me quede mirándola fuera de tiempo. Sí, me quedé observándola, perdido en sus ojos.
—¿Estás bien?
—¿Hum...?
Solo su voz me hizo darme cuenta de que aún no estaba listo para esto. Pero ya dije que preferiría intentarlo.
Si tan solo ella no deslumbrara tanto mi mente yo no actuaría de esta forma tan tonta.
Teniendola ahí en frente mio estando parada con las dos manos hacia atrás y sin dejar de comerme con esa mirada que me dice ¿estás bien?
—Sí... Si estoy bien, gracias.
—¿Y para qué querías que viniera? ¿Incluso a estas horas? ¿No queras hacer algo detestable, verdad?
—¡No! claro que no.
—Si es así, ¿entonces para qué querías verme aquí?
—¿No es evidente? Tal vez te resulte extraño, pero tengo algo que decirte.
—¿Extraño? No eres el más normal, de por acá, pero puedo entender la mayor parte de cosas que dices ¿sabes? Solo espero que no vengas a contarme sobre problemas más bajos. No soy una maestra personalizada de anatomía ¿sabes?
—¡N-no! No quiero hablar de eso.
—Si tampoco es eso, ¿entonces que es lo quieres decirme?
—¿Tan mala imagen tienes de mí?
—Bueno, conozco la mayor parte de tu vida... Además desde que viniste a este mundo no haz hecho mucho para mejorar.
—Sí, ya pude saber que sabes mucho de mí, ¿pero qué hay de ti? La mayor parte del tiempo en el que no tengo nada que hacer me pides que te acompañe solo para ir a festejar y gastar cantidades absurdas de dinero, incluso cuando no hay nada que festejar... Puedo pensar seriamente que eres una Diosa problemática, pero realmente me gusta estar contigo.
—¿En serio? Entonces dime ¿no quieres ir al zoo? O no, quizás eso puede esperar un poco más. Escuche que abrieron un nuevo local de teatro muy cerca del centro de la ciudad ¿no quieres ir?
—Estoy seguro que aun falta una semana para que abran ese teatro, pero si quieres podemos ir a dar una vuelta por ahí más tarde.
—¿Una semana? Ahora que lo dices creo que es cierto, y creo que lo que han abierto recientemente es un nuevo restaurante, bueno no importa. Y creo que hoy ya no quiero salir más ¿podemos tener una noche de juegos como ayer? Realmente considero que es más divertido jugar contigo que con Megumin.
—Claro...
Si supiera que la dejo ganar unas rondas.
—¿Y eso era de lo que querías hablar? Kazuma.
—No, pero que sucede, te veo algo nerviosa.
—No, nada.
—Sí, ya te conozco bien y sé que me haz estado ocultando algo. Ya dime que es.
—Te juro que es algo pequeño y sin importancia.
—Dilo.
—Bueno, te recuerdas de tu kotatsu ¿verdad?... Pues ya no existe.
ESTÁS LEYENDO
Toxic Yanderes (AquaxKazuma)
Любовные романыConsidero que esta es mi mejor historia, no lo sé pero me gustó escribirla Historia con otros acontecimientos a la historia original de Konosuba. AquaxKazuma Yanderes