Los sentimientos te hacen humano.
💄-Donde So Yeon se ve involucrada con sus amigos en una serie de sucesos que la llevarán a descubrir a quien ama de verdad.
Ninguno de los personajes me pertenece, excepto So Yeon y sus alrededores.
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CAPÍTULO SIETE
Su Ho vine aquí por qué se supone que querías que te ayudara a estudiar. —So Yeon se recostó en el sillón.— No vine a verte jugar.
Entonces juega también. —Respondió tratando de calcular cómo golpearía la pelota para que entrara al hoyo.
No Su Ho, necesito ir a estudiar. —So Yeon se paro del sillón queriendo caminar hacia la salida.
Su Ho se interpuso en su camino.— So Yeon, —La tomó por los hombros suspirando su nombre.— es fin de semana ¿si?, por un día que no estudies no te pasará nada.
So Yeon se dio la vuelta rendida, miro hacia el sillón en el que antes estaba sentada donde se encontraban Beom Seok y Si Eun sentados a la par, este último parecía estar sufriendo igual o más que So Yeon.
¡Si! —Su Ho festejo.— quita 10 más.
So Yeon se resguardo bajo el techo de una tienda.
El clima era una locura, se había escapado de Su Ho después de horas jugando pero ahora no estaba segura de si había tomado una buena decisión.
Se quedaría esperando a que la lluvia parara un poco para que pudiera irse a casa, en busca de algo que ver para entrenerse miro por el cristal de la tienda.
Su vista recorrió los pasillos entreteniéndose con la variedad de maquillaje que había en los mostradores y de lo alcanzaba a mirar.
Cuando miro más hacia el frente pudo reconocer una cara. So Yeon frunció su ceño pensado en donde la había visto, ella estaba segura de que su cara le parecía familiar.
La joven de puntas púrpuras pintadas cerró el labial lentamente mientras So Yeon la miraba extrañada, ¿se había metido un labial a la boca?
La joven de cabellos pintados acercó su bolsa a su boca y después de mirar el suelo un segundo miró por el cristal con una sonrisa.
Sus dientes estaban pintados del color del labial que había mordido y que después había metido a su bolsa.
So Yeon apuntó sus propios dientes con una mueca, dándole a entender que estaban manchados.
La joven se dio la vuelta un segundo para limpiar sus dientes y al volver a ver al frente prendió la cámara de su celular para ver como se veían ahora.
So Yeon se dio la vuelta lentamente para dejar de verla y no hacer las cosas más incómodas.
No supo cuánto tiempo estuvo ahí debajo hasta que un paraguas se asomó por enfrente de su cuerpo. Su vista recorrió el cuerpo del paraguas hasta la mano que lo sostenía.
