Capítulo 24

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Si Twilight no hubiera estado agotado, habría reaccionado de manera diferente ante la presencia de Anya a su lado

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Si Twilight no hubiera estado agotado, habría reaccionado de manera diferente ante la presencia de Anya a su lado. La chica estaba allí, observando con mucha curiosidad cómo él estaba abrazado a Yor.

—¿Estaban coqueteando? —preguntó ella—. ¿Anya ahora tiene una mami?

Casi deseó gritar en su mente al darse cuenta de cómo una misión estaba alterando su vida. Resignadamente, se incorporó sin hacer ruido para no despertar a Yor, cuya cara reflejaba que estaba durmiendo muy tranquila.

Observó a su alrededor y vio a Bond durmiendo con las patas hacia arriba. A su lado, estaban sus provisiones y la mochila, de la que habían sacado mantas para la noche anterior. Sin embargo, encontró un pequeño bolso que reconocía como de Yor. El hecho de que todo estuviera en orden, incluso con las circunstancias particulares, lo sorprendió.

—Buenos días, Anya —dijo, sacudiendo la cabeza—. ¿Has dormido bien?

—¿No estás enojado? —preguntó Anya, silenciosa.

—¿Eh? No —respondió Twilight—. No estoy enojado.

—Oh —Anya frunció el ceño, confundida.

Twilight necesitó un momento para comprender. La desconfianza de Anya aún persistía, incluso si ya se consideraba como su propia hija. No podía culparla.

—Anya —la llamó—. ¿Sabías que hicimos este refugio con Yor cuando éramos niños?

—¿En serio? —preguntó, arqueando una ceja.

—Sí —murmuró, ofreciéndole la mano para salir. Anya la aceptó sin dudar—. La conocí en el arroyo.

—¡Papi conoce a mami hace mucho tiempo! —exclamó Anya emocionada.

El espía parpadeó al darse cuenta de lo que la chica había dicho y lo que eso implicaba.

—No es tan así —respondió, frunciendo el ceño con extrañeza—. Y no es tu mami, es una amiga —agregó con un tono de advertencia.

—¡Mentiroso! —replicó la chica, indignada—. Estás pensando en ella y dijiste que querías verla.

Twilight frunció el ceño a su hija, pero ella no le prestó mucha atención y volteó la cabeza hacia el refugio por los ruidos provenientes del interior. De repente, una sonrisa iluminó su rostro y se soltó del espía.

—¡Mami! —gritó emocionada al ver a Yor—. ¡Buenos días, mami!

El espía se volteó hacia la recién llegada con una expresión avergonzada, lo que desconcertó a Yor mientras sostenía a Anya en sus brazos. Él sentía felicidad al presenciar esa escena, pero no podía soportar tener esa idea en su cabeza.

No estaba en desacuerdo con lo que Anya decía sobre sus sentimientos hacia Yor, pero la realidad era diferente. No quería mentirle como en el campamento, pero tampoco podía decirle la verdad.

En algún momento tendría que separarse de ella, a pesar de amarla.

Nota de la autora: Planteando el futuro de Twilight y Yor, mientras nos acercamos a los 30 capítulos

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Nota de la autora: Planteando el futuro de Twilight y Yor, mientras nos acercamos a los 30 capítulos. Según mis cálculos, esta historia se redondeará en cuarenta capítulos.

Ciao.

Creo que hay algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora