Capítulo 5

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Win había terminado huyendo una vez más, porque el pensamiento de tener que mantenerse alrededor del alfa por horas, simplemente le superó por un momento

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Win había terminado huyendo una vez más, porque el pensamiento de tener que mantenerse alrededor del alfa por horas, simplemente le superó por un momento. Había estado tan asustado con la idea, que se alejó incluso antes de que fuera realmente consciente de lo que hacía. Una vez su mente se hubo aclarado otra vez, la culpa le invadió.

Win sabía que su reacción había lastimado al alfa, en especial porque segundos antes le había asegurado que nunca le lastimaría, al contrario, el mayor quería volverse su apoyo y confidente. Eso había sido un gesto extremadamente dulce, él nunca se mostró ofendido o molesto por sus constantes rechazos, el alfa había expresado su compresión y eso solo hacía que Win se sintiera peor.

—Él no es malo, él no es como ellos —Win murmuró para sí mismo, mirando a la oscuridad del bosque a través de su ventana—. Él no es Nani, él no es Piya, él no es Khaotung o alguno de sus bastardos seguidores. Bright no te lastimará de esa forma, Win. —Se repitió por no sabe qué vez en los últimos dos días.

Win sabía que era cierto, él creía firmemente en ello, entonces, ¿por qué su mente y cuerpo parecían mantenerse en un perpetuo conflicto? ¿Por qué deseaba acercarse a él y meterse entre sus brazos, tanto como deseaba correr a las colinas lejos de su existencia?

Bright hacía que Win se sintiera inestable, o más bien, lo hacía sentir más inestable de lo que de por sí había estado sintiéndose los últimos meses. Estar en los brazos del alfa, la forma en que lo contuvo y reconfortó, se había sentido simplemente maravilloso, por un momento Win sintió que pertenecía allí, que no había lugar más cálido o seguro.

Infiernos, probablemente lo era, ¿en qué lugar Win estaría más protegido que entre los brazos de su compañero? ¿Quién podría cuidarlo, si lo necesitara, mejor que él? ¿Qué persona en el mundo sería mejor para él que quien la mismísima Diosa Luna había elegido para que estuviera a su lado? ¿Win realmente sería capaz de ser una de esas personas que rechazaban a sus compañeros?

Algo se movió entre los árboles y segundos después, Bright emergió entre ellos, por supuesto, este se encontraba en su forma de león. El alfa caminó hasta que estuvo a mitad de su patio y al igual que el último mes, se recostó en el pasto, mirando directamente hacia su ventana.

Win se puso de pie y dándole una última mirada, salió de la habitación, planeaba ir allí y disculparse por como se había comportado. Se encontró a Mew y Gulf mirando alguna película en la sala, ambos se giraron a verlo en cuanto entró.

—Hey, phi, ¿a dónde vas? —Gulf preguntó cuando Win abrió las puertas corredizas que le llevaban al patio.

—Iré a hablar con Bright —respondió.

—¿En serio? —Win asintió, sonriendo ante lo animado que el omega menor se mostró—. Uh, entonces no te quitaré más tiempo, ve, ve, suerte.

Mew se rio por lo bajo de la actitud de su novio, jalándolo aún más entre sus brazos para plantar un beso en su sien, Gulf le sonrió de vuelta y se giró, haciendo morros con los labios hasta que Mew se agachó y los cubrió con los propios. Win negó con la cabeza y finalmente salió al patio, cerrando la puerta tras sí. Estaba feliz por su hermano, Win amaba ver el brillo en sus ojos cada que veía al omega menor.

El omega de un depredador-BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora