Devil May Cry Ultimate Nefeline

Capítulo 7.- Sueños y pesadillas en un tren

El tiempo pasaba y los chicos seguían entrenando con Dante a su manera, ahora se estaban preparando para pelear contra lo que Dante llamaba gusano, lo cual realmente se llamaba Gigapede el cual era una especie de Cien pies del infierno, pero en lo que ellos entrenaban Rengoku el pilar de la flama se acercó a Dante y a los chicos.

- Sé que están ocupados pero necesito que me acompañen a una misión muy importante, pues al jefe Oyakata-sama le han llegado informes de qué hay un demonio en la estación de trenes -dijo animado-.
- ¿Siempre eres tan sonriente y animado? -preguntó aborrecido-.
- Claro que si señor Dante, si no fuera así seguro que no podría ni llamarme a mí mismo pilar -dijo animado-.
- Ya... -dijo con una sonrisa forzada-.
- ¿Necesita que todos vayamos? -preguntó curioso-.
- Absolutamente si joven Kamado -dijo animado-.
- Sería nuestra primera misión de combate y les demostraríamos a todos que no hemos vuelto muy fuertes -dijo animado-.
- Yo sigo poniéndome nervioso -dijo con una pequeña sonrisa nerviosa-.
- Bueno, solo iremos para ver qué clase de trucos tiene ese demonio y veré cual de todos los demonios que conozco los replica más o menos igual y su entrenamiento sea aún más pesado -dijo burlón-.
- Eso no es justo -dijo desanimado-.
- ¡Oh si! ¡Estoy preparado! -exclamó animado-.
- Muy bien los veré más tarde para irnos -dijo animado-.

Después de que Rengoku se fuera los chicos continuaron entrenando un poco más.

Al terminar de entrenar los chicos comieron algo y se fueron a Duchar para cuando diera la hora irse muy preparados con Rengoku, Tanjiro tenía la esperanza de que si la misión iba mal Dante sería quien los ayudaría y ganaría la pelea, pues para Tanjiro Dante era alguien muy fuerte y poderoso que nada lo podía detener.

Dando la hora Rengoku se reunió con los chicos y con Dante, Tanjiro llevaba con el a Nezuko pues no la quería dejar con los pilares después de la primera mala impresión que tuvieron estos con ella, así que no se iba a arriesgar que algo malo pasara en su ausencia, además tampoco estaba seguro de lo que podría pasar si la dejaba sola pues Nezuko probablemente podría actuar agresivamente con los pilares si en algún momento ella despertara y no ve a Tanjiro cerca o si ni siquiera está enterada de a donde fue su hermano.

Al llegar al lugar los chicos estaban impresionados, pero al mismo tiempo Zenitsu e Inosuke pensaban que el demonio era lo que estaban viendo.

- ¡El señor Dante tenía razón! -exclamó nervioso- l-los demonios pueden tener cualquier forma y ser de cualquier tamaño -dijo nervioso-.
- Eso no es un demonio -dijo desinteresado-.
- ¡Vamos demonio pelea contra mí y muestra me tu poder! -exclamó animado- ¡Te aseguró que jamás podrás contra el gran Inosuke! -exclamó orgulloso-.
- Eso es un tren de carbón -dijo con una sonrisa forzada-.
- No tiene caso Tanjiro ellos no nos hacen caso -dijo aborrecido-.

- Es porque están emocionados de que es su primera misión, eso es todo -dijo con una pequeña sonrisa forzada-.
- Muy bien chicos espero que con el arduo entrenamiento que les a dado el señor Dante sepan detectar a los demonios -dijo animado-.
- Les enseñe a pelear no a detectarlos -dijo aborrecido- es un poco más complejo el que ellos aprendan a detectarlos -decía mientras se rascaba la cabeza-.
- ¿Más complejo? -preguntó intrigado-.
- Si, ya que; algunos demonios tienen aroma, otros su energía te agobia, hay muy pocos que con solo mirarlos ya sabes que son demonios pero por alguna razón solo te atacan hasta que obtengas un objeto que estás buscando -dijo curioso-.
- Seguro que con mi olfato podría saber si hay demonios cerca -dijo animado-.
- No es tan sencillo como lo dices, puesto que nunca has olido los mismos olores que yo -dijo desconcertado-.
- ¿Que le parece si después de esta misión nos enseña a identificar a los demonios de las distintas formas que usted sabe? -preguntó animado-.
- Me parece bien -dijo tranquilo-.