II

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MENTIRAS ~ RELATO DE AMOR

- Abuelo, ¿por qué el gato se llama Karl? - preguntó la pequeña mientras se sentaba en la silla del comedor claramente aburrida - Ese no es un nombre para gatos, en mi calle hay un chico llamado Karl y no es un gato, es un chico - analizó.

- La abuela lo llamó así porque un hermano suyo tenía ese nombre - respondió el abuelo absorto en el periódico que sostenía

La niña, al ver que su abuelo no le prestaba atención, decidió seguir preguntando - y, ¿por qué la abuela me miente? Ella dijo que Karl me quería pero no deja de rasguñarme - rezongó y puso sus manos bien abiertas sobre la mesa para que su abuelo apreciase los pequeños mordiscos y rasguños.

- La abuela no te miente porque le guste, te miente porque te quiere y no desea que te pongas triste porque Karl no te quiere. Karl no ama a nadie, es solo un gato, niña - respondió el abuelo mientras le daba un par de caladas a la pipa

Si la abuela estuviese allí y no paseando por el mercadillo, habría sermoneado seriamente al abuelo. << Como se te ocurre soltar tanto humo frente a la niña, ya sabes que luego le da tos. Y como le vas a decir eso, puedes herirle los sentimientos o puede pensar que soy mala. Por Dios, ¡los brutos tienen más tacto con las fulanas! >> Serían algunas de las frases más escuchadas.

- Entonces, ¿está bien mentir cuando quieres a alguien? - preguntó la niña con bastante éxito. El abuelo bajó rápidamente el periódico y frunció el entrecejo

- ¡No! - respondió pero sintió un pequeño escalofrío.

Aquella frase le trajo a la memoria la única mentira que su corazón había aceptado como buena.

Él jamás había aceptado una cosa tan vil como las mentiras. No podía negar haberlas usado con gran frecuencia durante los duros años tras la crisis del 29 y tras ser llamado al frente. También había utilizado una gran cantidad de falacias para crearse una nueva vida en Hungría, una con un nuevo nombre y un lugar de origen diferente. Pero, cuando la conoció a ella, sus sentimientos eran genuinos. No era ningún engaño lo que su sedosa y larga cabellera castaña provocaba en él, la hermosura de sus ojos no era ningún fraude y todas las emociones no eran parte de ninguna chapucería.

Sin embargo, una gran mentira tuvo que llegar al conocer más de ella, de su vida perfecta y de lo incompatibles que eran. Ella era judía y él era responsable de un gran número de muertos que antes tenían colgada la estrella de David.

El embuste creado se conformaba por una gran retahíla de mentirijillas... Él dijo ser judío por ella ya que no tenía inclinación hacia ninguna religión. La versión relatada a su mujer sobre sus heridas decía que estas fueron fruto de su participación en rebeliones contra el Reino de Hungría y no que las adquirió en el frente oriental cerca de Ternópil. Él comentó nostálgicamente durante una cena cómo su familia había sido asesinada a manos de los nazis a pesar de que habían sido abandonados por él al ser fieles seguidores de Hitler. La explicación que otorgó a sus hijos por la rareza de su acento era que se había criado en la frontera mientras que se debía a haber aprendido el idioma durante su estancia en la universidad.

- Aunque, cuándo una persona ama infinitamente a otra, debe hacer lo necesario para procurar su felicidad - dijo mirando pensativamente al vacío - y eso incluye, en ocasiones, contar algunas mentiras.

- Y, ¿cómo sabré cuándo debo mentir? - preguntó la niña

- Eso ya se lo preguntas a la abuela. Déjame acabar de leer esta columna - respondió mientras volvía a levantar el periódico y ocultaba en un cofre la lejana verdad.

CANCIÓN PARA EL FINAL DE LA LECTURA: https://www.youtube.com/watch?v=MUuNDb-nm5M

MIÉNTEME ~ RELATO DE DESAMOR

Unos ligeros ruidos fueron la causa de mi despertar.

Fue un despertar bastante perezoso para rareza mía. Tarde más tiempo de lo habitual en analizar el lugar donde dormía. La cama aún olía a rosas y las sábanas resplandecían al recibir el reflejo de la luz cálida proveniente de las velas.

Me quedé contemplando el fuego en ellas, su pequeña danza y su variable luz mientras asumía que apenas había dormido unos minutos. Sentir el ligero calor que el cuerpo de Sara había dejado sobre mi pecho, ver la noche a través del gran ventanal y escuchar cómo el antiguo reloj de pie que decoraba la habitación daba las 9 confirmó mi hipótesis.

Me incorporé lentamente en la cama mientras el edredón se resbalaba por mi torso y suspiraba. Otra vez... pensé. De repente la puerta del aseo se abrió y salió ella vestida casi en su totalidad. Ya se había colocado las medias largas y la falda azul, ahora buscaba el otro zapato a la par que se abrochaba el que tenía en la mano.

- ¿Me ayudas a buscar mi camisa? - preguntó y tuve que desviar la mirada de su delicada espalda atravesada por el sostén blanco para levantarme y rebuscar entre las sábanas. Del mismo modo, ella indagó bajo la cama hasta encontrar su otro tacón y calzárselo.

- ¡Bingo! - exclamé y me acerqué a ella para ponerle la prenda con delicadeza.

Obvié, cómo siempre, la marca roja seguida de pequeños moretones que se hallaba en su antebrazo y sus ojos hinchados de llorar a escondidas. Sabía cuán molesto era para ella hablar sobre su marido y sus atrocidades.

- Me pediré un taxi para volver a la oficina y tomar mi coche - anunció y tampoco rebatí nada antes de que se fuera.

Solo era otra vez que la había hurtado y amado en secreto. Solo era otra vez en la que ella me dejaba, me escondía y rechazaba mi ayuda para escapar de su traumática situación. Solo era otra vez en la que me sentía una herramienta, un aparato que le devolvía la sonrisa por breves instantes hasta que los episodios donde era maltratada por su esposo volvían a su mente. Solo era otra vez en la que probaba sus labios como si quemaran, solo por unos segundos.

Solo era otra vez en la que mi razón insistía que su amor por mi nunca sería más fuerte que el miedo a sus palizas. Solo era otra vez en la que mi cuerpo cansado me pedía dormir sin preocuparse por su bienestar. Solo era otra vez en la que mis dudas se extendían por todo mi ser. Solo fue otra vez en la que mi corazón rogó que le mintiesen, otra vez en la que mi corazón quería vivir la mentira de que fuese mía y no compartida. 

CANCIÓN PARA EL FINAL DE LA LECTURA: https://www.youtube.com/watch?v=5KlN9ujUw0s

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2023 ⏰

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