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Sentía las lágrimas correr, pero mi mente estaba en otro lado, había vuelto a perder a mi padre.

Sentí una mano en mi hombro y sin importarme de quien fuera la tomé, me aferre a ella como si la vida se me fuera en ello.

Después de un momento me gire y vi a una afligida Rosalie, me levanté y le di las gracias con torpeza, limpie mi rostro lo mejor que pude y aún con el corazón roto salí de la habitación lo más tranquila posible.

Me encontré a mi madre sentada en el piso con la mirada perdida y las lágrimas rodando libremente por sus mejillas, me rompió el corazón, tenía que ser fuerte por ella.

— mamá — dije lo más suave posible para no perturbarla más — vamos adentro — dije tomando su mano y ayudándola a levantar.

— ¿Tu padre...? — apreté los labios y negue con la cabeza.

Mi madre se desmoronó nuevamente en mis brazos y no pude evitar sentirme culpable, después de todo fue mi noticia lo que provocó todo esto.

Entramos a la habitación donde yacía el cadáver de Billy Black, mi padre, mi madre corrió a llorar en su pecho mientras hacía la misma pregunta una y otra vez "¿Por qué te has ido?" Me rompía el corazón ver a mi madre así pero no puedo hacer nada para remediarlo...

— No te culpes Bella, Billy tenía problemas de corazón desde hace un tiempo y era consciente de que algo así podía pasar, sin embargo se que hiciste todo a tu alcance para tratar de salvarlo — dijo Carlisle tratando de consolarme.

El consejo seguía en una esquina de la habitación observando todo con ojos vigilantes, se que no les agradan los Cullen y menos que hayan venido a nuestras tierras pero se contienen por la situación tan delicada que estamos viviendo.

— Bella, nosotros... — un gruñido estridente interrumpió lo que sea que pensaba decir Carlisle.

Me gire para encontrar un gran lobo marrón en la entrada de la casa viendo a los Cullen con intenciones asesinas. Me apresure a sacarlos por el patio trasero con la esperanza de que Jacob estuviera ensimismado por la muerte de nuestro padre, pero no fue así, al  salir Jacob esperaba mostrando los dientes en una posición claramente ofensiva.

Miro a los Cullen y se lanzó hacia ellos dispuesto a matarlos pero mi lobo no lo permitió y brinque convirtiéndome en lobo al instante.

Jacob, detente — Jacob no escuchaba razones podía oír un solo pensamiento en su mente "matar" y no podía permitirlo. — Jacob, no hagas esto, ellos vinieron a ayudarnos a salvar a mi padre... — cometí el error de sentirme culpable y aunque fue por una milésima de segundo Jacob lo vio.

¿Qué hiciste Bella? ¿Por qué la muerte de nuestro padre sería tu culpa? — suspiré como solo un lobo podría hacerlo y dejé que viera en mi mente la respuesta.

Ni siquiera contesto simplemente sus instintos tomaron el control y arremetió contra Rosalie y aunque se que se pudo haber salvado con facilidad por la inexperiencia de Jacob me puse en el medio.

¿Ahora la defiendes? — pregunto Jacob furioso. — lo olvidaba, ahora serás su mascota, ¿cierto?

Me enfureci tanto que no lo pensé simplemente me lance a atacarlo sin piedad alguna.

No voy a permitir que tú ni nadie más me hable de esta manera, soy tu alfa y la jefa de la reserva así que presenta tus respetos como es debido.

— No te debo nada Bella, mataste a nuestro padre por haberte imprimado de un vampiro... — de alguna manera aún no comprendo escapo de mis dientes y arremetió contra Rosalie.

Jacob, detente ahora — dije con mi voz de alfa y en automático se quedó quieto, aunque aún quería luchar.

Mire a los Cullen tratando de decirles que se fueran para que este incidente no pasará a más, Carlisle pareció entenderlo porque le dijo a Rosalie que debían irse pero ella no se movió, su mirada conectada con la mía era más fuerte...

— Rosalie, no es el momento — dijo Carlisle mientras tomaba su mano para irse y tuve que controlarme para no atacarlo. Rosalie me dio una última mirada y se fue sin mirar atras.

¿En qué demonios estabas pensando? —le dije a Jacob mientras me acercaba con cautela pero amenazante. — no sabes el problema que pudiste causarnos a todos, estoy muy decepcionada Jacob.

Basta no eres mi madre — puse los ojos en blanco y me aleje de ahí para convertirme nuevamente en humana.

Me vestí rápidamente y me acerque a explicarle cómo volver a cambiar junto con las reglas de la manada.

Estaba fastidiada de todo y de todos pero me esperaba una larga noche aún, me gire pese a la desconfianza de mi lobo hacia Jacob.

Al volver a casa los ancianos habían comenzado a moverse para los preparativos del funeral de mi padre, Jacob llegó pocos minutos después y de rodillas se disculpo con mi padre por no haber estado presente y me presento sus respetos como la nueva jefa.

Ambos seguíamos muy molestos por el altercado con mi pareja, se que esto no ha terminado pero por el momento nos tenemos que concentrar en mi mamá.







Chicxs hasta aquí el capítulo, se que he estado un poquito ausente pero prometo compensarlxs. No olviden dejar su voto, es gratis 😉.

Secretos de Luna llenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora