Capítulo 9

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Checo tomó un Red Bull de los 15 que había ahí, sin antes preguntarle a Max si podía agarrarlo.

- Max, tomaré un Red Bull - dijo Checo con duda.

- Adelante - dijo el neerlandés.

Sergio abrió la lata del energético y empezó a tomarlo mientras caminaba con Max de vuelta al hotel.

Estaban en Rusia, así que hacía bastante frío y como el Red Bull estaba refrigerado, a Checo le dio más frío de lo habitual, por lo cual iba temblando de frío mientras caminaba, Max no había notado eso pero también iba tiritando de frío, lo bueno es que ya solamente tenían que cruzar un callejón bastante corto para llegar al hotel.

Llegaron, tomaron el elevador y lo primero que hicieron fue entregarle su finísimo vino a Horner.

- Gracias muchachos, ¿cuánto les debo? - dijo Christian con satisfacción.

- No es nada, Chris - Max le respondió.

- Hace frío afuera, ¿verdad, Checo? - dijo el jefe de equipo con sarcasmo.

Checo inmediatamente entendió el punto y se echó a reír junto con el británico, se notaba a leguas que Sergio estaba temblando de frío, con el frío ambiente y el frío del Red Bull, Checo solo quería irse a su cuarto de hotel y ponerse la tremenda chamarra que había empacado, que estúpidamente no se llevó puesta a la tienda.

- Sí, hace bastante frío afuera - le dijo el mexicano cuando pudo calmarse de la risa que le dió - hasta Max está tiritando de frío - dijo burlón el tapatío.

Verstappen le lanzó una mirada de enojo, y después se echó a reír.

- Bueno - dijo Max - ya me tengo que ir a mi cuarto, Checo, por favor agarra lo que me pediste, a ver, el tequila, unos 5 RB, ¿eso fue todo? No, te daré el otro vino y te lo llevas a tu habitación, ¿vale? - concluyó el neerlandés.

- Emilian, yo me llevo todo a mi cuarto, luego pasas por ellas, no te preocupes. - le dijo con amabilidad Checo a Max.

- ¿Seguro? No quiero que cargues tanto de aquí a tu cuarto - dijo el campeón del mundo preocupado.

- Max, por dios, ¿¡para que sirven los malditos elevadores?! Claramente no usaré escaleras con todo lo que llevo cargando, no seas idiota - dijo este con sarcasmo.

Max entendió rápido el sarcasmo y se rió.

- Cierto, me olvidaba que había elevador en este maldito edificio, a pesar de que lo hayamos usado hace unos 10 minutos - dijo Max burlón.

Checo solamente puso los ojos en blanco y se subió al elevador para bajar a su habitación de hotel, Max quería ir con él así que tuvo que usar las escaleras para llegar al cuarto 111, que era el cuarto donde se estaba hospedando Sergio.

Claramente, el mexicano llegó antes que el neerlandés. Cuando Sergio estaba abriendo la puerta de su cuarto, sintió que había alguien que llegó atrás de él. Era Max, que venía sofocado por haber hecho una carrera en las escaleras, que eran bastante largas de piso a piso.

- ¡Max! ¿Qué haces aquí? - dijo Checo sorprendido.

- Yo... Solamente quería acompañarte a tu cuarto para tomar alguna copa - dijo Max nervioso - dame un maldito Red Bull, vengo asfixiado, las escaleras son bastante más largas de lo que pensé que eran - le dijo con falta de aire al mexicano.

- Claro, toma uno - dijo Checo extendiéndole la mano con una lata del energético.

- Gracias, Sergio - dijo Max en agradecimiento.

- Y en cuanto a lo de pasar a tomar una copa, claro que puedes pasar, solo no tomes mucho para que no vayas a vomitar, necesito mantener esta habitación limpia de aquí hasta que nos vayamos, ¿okey Max? - dijo Checo.

ℭ𝔥𝔢𝔰𝔱𝔞𝔭𝔭𝔢𝔫: 𝔡𝔢𝔩 𝔬𝔡𝔦𝔬 𝔞𝔩 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔰𝔬𝔩𝔬 𝔥𝔞𝔶 𝔲𝔫 𝔭𝔞𝔰𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora