Decisiones

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Rafael Márquez buscaba calmar al argentino, pero sentía que solo empeoraba a cada momento hasta que Javier, decidió tranquilizar a Lionel a su manera. Con una fuerte bofetada que le hizo quedar en silencio y Rafael agradeció esa osadía — Lo siento wey, pero ya me estabas hartando. Se que es tu cachorro, pero si en verdad estuviese en peligro... creo que ya hubiéramos recibido alguna amenaza ¿No crees? — expresó Chicharito y Messi solo se encogió de hombros ante esa extraña lógica que pecaba de verdad.

— Concuerdo con él — dijo de la nada Stark mientras entraba a la sala — Podemos aprovechar esta situación, ya tengo la cura para Guillermo y espero que funcione. — y todos se quedaron en silencio ante esas palabras finales, sintiendo como su corazón palpitaba con desesperación. Pero aun así aquel incidente aun los lastimaba y aun no estaban listos para decir adiós ni mucho menos rendirse.

En ese momento los sentimientos de Messi estaban hechos un gran remolino y no deseaba perder al alfa, pero su parte lógica exclamaba que su muerte sería la salvación para este mundo — Puedo ir yo, con la excusa de ir por mi cachorro y cuando menos lo espere... le aplicó la inyección, puedes confiar en mí. —

— Strange irá contigo, en caso de cualquier eventualidad... podrá sacarlos de ahí rápidamente — expresó Stark inquieto ante la mirada de aquel chico.

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Guillermo miraba al menor correr por el jardín disfrutando de sus risas y de cómo miraba todo con curiosidad. Soltó un largo suspiro cuando Robert llegó con reportes de guerrillas en diversos puntos de país — No necesitas preguntar, asesínalos — ordenó con frialdad.

— Sugiero mejor capturarlos y encerrarlos, podemos amenazar a sus manadas como garantía. Nos ahorramos sangre y tiempo, Guille — expresó en un tono suave pero serio mientras le sostenía la mirada a su amigo que, con una seña, aceptó su idea al menos eso le daría tiempo a Robert para crear algún plan y detener a su amigo de forma silenciosa — Jamás olvides el motivo de tu sonrisa — fue lo único que le susurró antes de retirarse de la mansión dejando a un Guillermo confundido.

— ¡Guille! Tengo hambre... — expresó Julián con una sonrisa tímida y no pudo evitar emocionarse al sentir como era envuelto por los brazos de aquel alfa hasta que unas finas gotas de lluvia empezaron a caer y ambos alzaron su mirada al cielo admirando como aquel cielo nublado empezaba a retumbar. Se adentraron a la mansión donde platicaban de cosas pequeñas hasta vieron una silueta en la sala y el corazón de ambos latió de emoción que poco a poco Julián empezaba a retorcerse entre los brazos del alfa siendo señal para el mexicano de soltarlo — ¡Papá! — gritó emocionado el menor y Ochoa no podía creer tener enfrente suyo a ese hermoso omega.

Messi los miraba con una gran sonrisa y no pudo evitar sentirse en casa, debió haber continuado ese sueño de tener una vida normal pero todo se fue tropezando con la gente en el giro de este delgado y sinuoso camino donde no daría marcha atrás a sus decisiones — Cariño... — susurró feliz de tenerlo junto a él que le impregnó su olor y Guillermo solo miraba todo en silencio.

No deseaba interrumpir ese momento especial entre padre e hijo.

Ochoa añoraba esos días donde ambos se escabullían por las noches para decirse palabras bonitas y entregaban sus cuerpos en un acto de amor, pero el cielo que buscaba Guillermo lo había estado perdiendo — Quédate... — rogó y Lionel ni siquiera lo miró a los ojos, pero aceptó al ver a su pequeño emocionado que le iba contando todo lo que sucedido — Juli ¿Por qué no vas a la habitación y me dejas con tu padre a solas por un momento? — El menor dudó en responder dejando solos a ambos adultos.

Sobreviviendo al pasado (LIONEL MESSI X GUILLERMO OCHOA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora