Todo lo que siempre quise (Madeon y tu)

Capitulo 2.

Ya era viernes, sacaba algunas cosas de mi casillero, todos comenzaban a salir, en eso se hacer Alicia.

-¿Qué te vas a poner para la fiesta?- dijo entusiasmada.

-¿Qué te hace pensar que iré?-dije, mientras cerraba mi casillero.

-Ohh... iras así tenga que arrastrarte hasta allá- dijo en un tono risueño y amenazante.

-okay, okay. Iré- dije vencida- ¿pasas por mi casa?-.

Ella asintió emocionada.

-Te veo en la noche- dijo y se fue rápidamente-.

***

Me ponía algo de rímel y brillo labial, me mire en el espejo, lucía un vestido negro que me llegaba por encima de las rodillas y unos tacones no muy altos del mismo color, el cabello suelto. Me veía bien, luego sonó el timbre, baje rápidamente ya abrí, vi a Alicia, lucía un esqueleto largo y short corto.

-Te ves excelente ¿lista?- pregunto emocionada.

Asentí, cerré la puerta y nos encaminamos hacia la casa donde se haría la fiesta.

Buena música, montones de personas bailando y bebidas por doquier, podría decirse que era una excelente fiesta, Alicia se separo rápidamente de mi, seguramente vio algún chico el cual coquetearle, yo me acerque a la mini nevera y tome una soda, no soy muy amiga del alcohol, camine por el lugar, levante la mirada y vi a Hugo hablando con sus amigos y buscando con la mirada a alguien, supongo que a Ángela, negué, me senté en el sofá y revisaba si tenía algún nuevo mensaje. Y había uno, de Alicia.

"Ven a la terraza, hay algo interesante para ti" decía, ¿interesante? Fruncí el ceño, me puse de pie y subí a la terraza, no había muchas personas, vi a Alicia hablando con un chico, pero este estaba de espaldas, ella me dio y me hiso una de seña de "ven" camine hacia y lo vi. Era Martin, lo abrace, hacía varios meses no lo había visto desde que tuvo que viajar por un asunto familiar. Ha sido uno de mis grandes amigos.

-¡Martin!-dije sin dejar de abrazarlo- volviste - el reía leve.

-¿me extrañaste?- dijo mientras coincidía con mi abrazo.

-Si ¿Cómo te fue? ¿Qué me trajiste? ¿Por qué no me avisaste que ya habías llegado a la ciudad?- preguntaba mientras lo dejaba de abrazar.

-Llegue hoy -rio- quería sorprenderte. Pero mira qué bonita te has puesto -dijo mirándome de arriba abajo- me voy por unos meses y te vuelves súper modelo-.

Me ruborice leve y reí.

-ya, no es para tanto, además tú no te quedas atrás -le guiño el ojo y el ríe ante comentario.

-Bueno, en un rato vuelvo con ustedes iré a saludar algunos amigos, ¿bien?- dijo alejándose un poco.

Alicia y yo asentimos, el nos sonríe y se pierde entre las personas, sonrió.

-Ustedes siempre han tenido bastante química ¿no?- dice Alicia mientras bebe.

-¿Qué? No, Martin solo somos buenos amigos- dije.

-¿buenos amigos?-rio a lo bajo- Y... ¿no quieres algo más?- pronuncio.

Negué.

-Claro que no, Martin es mi amigo nada mas, además, tu sabes muy bien cuáles son mis sentimientos hacia Hugo -suspire- por alguna razón no me puede gustar nadie mas- mire la botella.

Ella poso una de sus manos en mi hombro

-estas enamorada, ya valiste -rio.

Yo negué y suspire.

-Ya, no pienses en ello, más bien divirtámonos, para eso venimos-.

Yo asentí.

-Bien, pero primero déjame ir por otra soda-.

Ella asintió.

Camine hacia la puerta y baje las escaleras, mire en la sala en busca de la pequeña mini nevera, cuando me acerque hacia ella, alguien paso rápidamente, Hugo, lo mire, se veía enfadado, así que comencé a seguirlo hasta que salimos de la casa y el caminaba algo rápido.

-Hugo, espera. ¿Qué tienes?- dije mientras intentaba seguirlo, pero caminaba muy rápido.

-Hugo, no camines tan rápido, es difícil alcanzarte con esto tacones- dije mientras hacia un intento de correr para alcanzarlo, el se detuvo y se dio la vuelta. Tenía los ojos algo cristalizados.

-¿Qué paso?- dije mientras por fin me acerco a él.

El bajo la mirada y dio un pequeño suspiro.

-Ángela me ha engañado, acabo de verla con un tipo en la fiesta... muy cariñosos -dijo algo dolido y se sentó en la acera- me habían dicho que me engañaba pero... yo no quise hacerle caso a nadie y mira -soltó una risita- a donde la vengo a descubrir-.

Me senté a su lado y puse mi mano en su espalda.

-Lo siento mucho porque paso... se cual eran tus intensiones con ella y -suspire- no parece justo. No te merece, no te sientas mal por taradas como ella -reí leve.

El me miro a los ojos fijamente y sonrió.

-Gracias. _____- dijo.

Sonreí.

-No tienes que agradecer, siempre estaré para ti-le regale una tímida sonrisa.

El siguió mirándome fijamente a los ojos, buscando algo, luego analizo mis labios y sonrió, volvió a verme los ojos, poso su mano en mi mejilla y...