Un mes sin ella y llegando a la mitad | semana 15|-71

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º·07 de septiembre del 2022·º

Daven McClaire Alonso

Me levanto medio rebotada con la vida sintiéndome perdida, sintiéndome mal, ando hacia el baño con la mirada fijada en el suelo, con los ojos llenándose de lágrimas sin darme cuenta y sin caer en nada, con la mente en blanco; empiezo a llorar silenciosamente.

Cuando salgo del baño me dirijo de nuevo a la cama arrastrando los pies sin levantarlos del suelo como si vivir pesará. Pero gracias a lo que sea, no he pasado por su perdida sola y ya estaba con el hombre que merezco, y me ve acostándome ya habiéndome puesto de pie y me dice que vaya a desayunar, cuando niego con la cabeza moviendo de lado a lado, se acerca despacio a mí y me recuerda que tengo medicina que tomar y que estoy gestando a una personita en común y que no quiere que nos pase nada, entonces en silencio nos miramos a los ojos y empiezo a lagrimear sin previo aviso y asiento, acariciando mi barriguita pronunciada.

Ya en la cocina, sin pedir nada lo prepara todo y vigila que coma bien y me pasa la pastilla con la bebida de medicinas, luego sale de la cocina cuando termino de desayunar y yo lavo los platos, luego yendo a buscarlo por todo el piso hasta encontrarlo en nuestra habitación mirando que ponerse y con el Instagram en la pantalla de su móvil abierto.

Me acerco y me siento a su lado sin decir nada y él me echa una mirada, coloco mi cabeza en su hombro y cierro los ojos suspirando, sintiéndome pesada y me pide que me eche a dormir unos minutos mientras él prepara las bolsas para irnos y asiento levantándome para ir al otro lado de la cama a acostarme.

Tras veinte minutos siento unas manos subir y bajar por mi brazo derecho y poco a poco voy despertándome y las miro. Daliana y Diane me están mirando medio alertadas y me dicen que ya nos vamos a la casa de los nonnos a recoger y limpiar. Me ayudan a incorporarme y yo en silencio me dejo ayudar hasta irnos al coche.

Durante el camino cierro los ojos sintiendo la brisa entrar por las ventanas delanteras y poco a poco vuelvo a quedar dormida, llevo un mes medio perdida desde que la nonna Angolie murió y no resurjo del todo aunque hayan días mejores, siempre presente.

Lo que me anima es que la semana que viene sabremos que es y haremos una minicelebración, pero duele que la nonna ya no pueda conocerlo o conocerla. 

Llegando a la casa me despierto y veo a mi príncipe conduciendo y se me provoca demasiado sexy y siento como me sonrojo y me mira por el retrovisor interior y sonríe, haciéndome salivar internamente y luego estaciona al principio del caminito.

Cuando llegamos a la puerta, mis padres y mis tíos están esperándonos y mi padre abre la puerta, cuando entramos algo en mí se estremece y tiemblo por segundos hasta que siento unos brazos rodearme y le miro como puedo y besa mi cabeza mientras yo, me quedo mirando adelante fijamente y me parece verla y sentirla aquí aunque ya no este.

Luego todos salimos directos al patio y nos sentamos en la mesa ovalada y larga que tiene y donde hacíamos reuniones familiares, hace tiempo.

Mi tía saca de su mochila, una carpeta, un papel en blanco y un boli rosa fuerte, y pide hacer una lista de tareas y compartirlas entre todos para ir más rápido y repartirlos en varios días para no cargárnoslo todo ahora.

Cuando nos ponemos de acuerdo, nos ponemos manos a la obra y yo me encargo de la cocina junto a mamá y Daliana. Miro la nevera y ver tan poco me preocupa, pensando en si había dejado de comer... Pero papá nos echa un vistazo y nos comenta que la semana pasada vino a mirar la comida para que nada se pusiera muy mal y asiento.

Tras eso y acabar de sacarlo todo de la nevera, mamá prepara todo lo de la limpieza para lavarla y Daliana me dice que lavar ya lo hace ella que no vaya a ser que algo nos haga mal al bebé y a mí y sonrío. Luego aviso de que voy a dar una vuelta y voy a ver a mi hombre a ver que hace.

A las ocho de la tarde, bastante dicen de ya dejarlo hasta el sábado y nos vamos al recogerlo todo mejor para el próximo día y nos vamos a casa de Diane por una noche. Al llegar, piden unas pizzas y yo me relajo unos diez minutos en el jacuzzi.

Cierro los ojos intentando relajarme de todo el día y de sentirme tan pesada y cuando los abro un rato después, veo a mis primos entrar. Greg me dice que las pizzas tardarán media hora en llegar y asiento, Diane avisa de que ahora vendrán a meterse los demás y me siento el pecho lleno y muy arropada por ellos.

Tras tres cuartos de hora y una ducha de cinco minutos y un pijama de mi prima elástico, bajo a cenar y todos me esperan para empezar a cenar.

859 palabras.

Mrs Baker Alonso's ❣️ Mireia Campdelacreu Ortega ❣️✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora